San Ginés de la Jara vuelve al Mar Menor en la romería más ansiada

Hacía tres años que, debido a la pandemia, los fieles no podían acompañar desde Cartagena hasta el entorno del Mar Menor la imagen de San Ginés de la Jara entre los cantos, bailes y abrazos habituales. Pero este sábado, tras dos ediciones malogradas por las restricciones sanitarias de la Covid -19, decenas de devotos de todas las edades mostraron en la romería de San Ginés de la Jara su devoción con una alegría y un alborozo especiales.

Muy emotivo resultó, además, para los participantes y para los vecinos del barrio al que da nombre el santo y de las localidades que atravesó el cortejo ver una carroza con un nutrido grupo de ucranianos. Dando saltos y coreando con intensidad y sonrisas canciones de su país natal, aparcaron por unas horas, o al menos lo intentaron, el sufrimiento por la guerra desatada hace ya seis meses en su tierra de origen por la invasión de Rusia.

En su patria de acogida, adornaron su camión con la bandera nacional, azul y amarilla, y vieron cómo algunos participantes lucieron pulseras con estos colores, un gesto de solidaridad y el deseo de una paz rápida y duradera.

Ese anhelo se ha hecho presente esta semana, con motivo de las fiestas en honor de San Ginés, en la iglesia parroquial. Este sábado, a las puertas del templo, el sacerdote Lázaro Gomariz bendijo la talla pasadas las diez y media de la mañana. Poco después, y tras una degustación de bollos con chocolate, los fieles partieron hacia el antiguo monasterio medieval, en la localidad de San Ginés de la Jara. Escoltados por la Policía Local, que fue realizando cortes de tráfico, lo hicieron caminando, en moto (participó el Moto Club Cartagena), a caballo, en carretas tiradas por mulos y ponis y en carrozas.