Tenis | US Open
El murciano se mete en la segunda ronda en un durísimo duelo, en el que el argentino se retira por lesión en el tercer set tras perder los dos primeros
Era un partido de primera ronda del US Open, con una temperatura superior a los 30 grados y una humedad altísima en Nueva York. Estaban semidesiertas las gradas de la Arthur Ashe, la pista de tenis más grande del mundo. Era el primer turno del martes. Y nada hacía presagiar lo que íbamos a ver. Pocos apostaban por un encuentro de un nivel tan alto, el mejor de los disputados en los dos primeros días del torneo y con momentos de tenis que para sí quisieran muchas finales de Masters 1000. Porque
Carlos Alcaraz y Sebastián Báez libraron una batalla increíble en la que solo faltó un final redondo: el jugador de Buenos Aires se retiró por lesión cuando ya había perdido las dos primeras mangas (7-5 y 7-5) e iba por debajo en la tercera (2-0). Una pena.
Alcaraz, que venía de dos finales seguidas perdidas (contra Musetti en
Hamburgo y frente a
Sinner en Umag) y ha tenido un inesperado bache en la gira de cemento americana, se resarció ayer en Flushing Meadows con un debut fabuloso. Fue un encuentro entre dos jóvenes irreverentes, que disfrutaron de lo lindo pese a las condiciones climatológicas y se picaron para ver quién era capaz de hacer el punto más espectacular. En un mediodía sofocante, ambos ofrecieron un espectáculo a la altura de una semifinal o una final.
«Siempre intento hacer un puntazo por partido», le gusta decir a Alcaraz. Es una frase perfecta para explicar su tenis. Osadía, atrevimiento, vértigo, genialidad y riesgo. Ese es el juego del número 4 del mundo, un chico muy querido desde hace un año en Nueva York. Allí irrumpió en la élite hace doce meses y allí busca ahora acabar 2022 como número 1 del mundo. Para ello, tiene que ganar el torneo. Palabras mayores. Pero actuaciones como la de ayer dejan rienda suelta a la ilusión.
En el repertorio de dejadas, globos, contraataques y emociones, se impuso Alcaraz, pero no sin sufrir. El pupilo de Juan Carlos Ferrero se topó con un Báez que es la próxima gran esperanza del tenis argentino. El bonaerense, a sus 21 años y ya colocado en el puesto 37 de la ATP, se mira en el espejo de Diego Schwartzman, que pese a su corta altura (Báez mide 1,70m), ha sido capaz de pelear contra los mejores y de convertirse en ‘top diez’ mundial.
Golpes fabulosos
Hasta que se lesionó fue un rival dignísimo, capaz de llegar al límite a un Alcaraz que, eso sí, jugó mejor los puntos determinantes de los dos primeros sets, los que finalmente acabaron decidiendo el encuentro. Necesitó el tenista de El Palmar más de 50 minutos para llevarse el primer set por 7-5 y casi una hora y media para apuntarse un segundo parcial que fue una maravilla. Del 2-0 para Alcaraz se pasó al 4-3 y saque para Báez, de ahí al 5-6 para Alcaraz y el murciano, tras tres bolas de set desperdiciadas, cerró con una derecha paralela. Rugió él y el estadio. Fue el golpe del torneo, hasta el momento.
Pero hubo más. El repertorio del tenista palmareño es infinito y lo demostró en su primera aparición en este US Open. Hizo un ‘willy’ sideral que hizo enloquecer al público y a los comentaristas de televisión de todo el mundo. ‘¿Me estás vacilando Alcaraz?’, preguntaba absolutamente asombrado el narrador de la cadena ESPN tras ese sensacional golpe por debajo de las piernas de Alcaraz.
«Yo sabía que iba a ser un gran partido, durísimo. En un Grand Slam te puede tocar un rival tan complicado en primera ronda y hay que dar el nivel desde el principio», le dijo el murciano a Àlex Corretja en Eurosport, todavía en la pista central de Flushing Meadows, donde la gente se lo pasó de maravilla con el recital de Alcaraz. El final, con Báez retirándose por lesión, fue lo peor. El partido merecía un final distinto. Pero las circunstancias en el tenis son las que son.
Coria, siguiente rival
«Nadie desea acabar de esta manera tras un partido tan bueno. Lo siento por Sebastián [Báez]. No sé lo que ha sentido. Yo he tenido mis problemas también con este calor», señaló el de El Palmar, que se cruzará en segunda ronda contra otro argentino, Federico Coria, quien ayer sorprendió al neerlandés Tallon Griekspoor 7-5, 6-4 y 6-3. El hermano de Guillermo Coria, ahora capitán del equipo argentino de Copa Davis, venció a Carlitos en el único enfrentamiento entre ambos hasta el momento. Pero aquello queda ya lejísimos. Fue en 2020 sobre la tierra batida de Río de Janeiro (6-4, 4-6 y 6-4). La evolución del murciano desde entonces ha sido espectacular, mientras que Coria, a sus 30 años, ocupa el puesto 78 del ránking. En este 2022 ha ganado 14 partidos y ha perdido 17. Por su parte, Alcaraz suma 45 victorias esta temporada y está a una de convertirse en el tenista con más triunfos del año, junto a Tsitsipas.
«Sebastián no merecía un final así», lamenta el jugador murciano
Al finalizar el choque, Carlos Alcaraz elogió a su oponente, el argentino Sebastián Báez. Pidió al público un aplauso para él. «Sebastián [Báez] no merecía un final así. En el segundo set yo también lo pasé mal, ya que era difícil mantener el ritmo por el calor y la humedad. Eran unas condiciones duras y siento que [Báez] haya tenido que retirarse», lamentó el tenista murciano.
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Enlace de origen : Alcaraz funde a Báez en un partidazo