El fiscal recurre la libertad del acusado de asestar diez puñaladas a su vecino en Librilla

El fiscal recurrió la libertad provisional del
vecino de Librilla acusado de asestar hasta una decena de puñaladas a otro en el transcurso de una discusión sobre sus perros. Tal y como ya avanzó LA VERDAD, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Totana rechazó la prisión provisional que reclamaba el Ministerio Público alegando que, en este caso, no se aprecian indicios que apunten a un riesgo de fuga ni a una reiteración delictiva. El fiscal, en un escrito remitido a la juez, sostiene, sin embargo, que no existe un arraigo suficiente que acredite la inexistencia del riesgo de fuga y hace hincapié en la «brutalidad» de los hechos y en la «falta de arrepentimiento» del acusado.

En el recurso de apelación, el representante del Ministerio Público remarca que no hay duda sobre la autoría de los hechos dado que el procesado reconoció el ataque. Discrepa con la juez en la inexistencia de riesgo de fuga del acusado -que está siendo defendido por el letrado Guillermo Ruiz, del despacho Pardo-Geijo- y subraya que éste «al parecer vive de alquiler y no tiene un trabajo estable acreditado y que implique un arraigo suficiente, al menos no lo es que se dedique a la acogida de perros».

El fiscal argumenta, además, que cuando la víctima regrese a su domicilio persistirá el problema generado por los ladridos de los perros de acogida del procesado que desencadenó la discusión vecinal y el posterior ataque. Insiste, además, en que el acusado «no mostró ningún arrepentimiento tratando en todo momento de excusarse y justificar lo que hizo».

Por los ladridos de los perros

El apuñalamiento se produjo a mediados de agosto en el paraje de Las Lenticosas, en Librilla. Según recogió la juez en un auto, J.S. y su vecino ya se habían enzarzado en varias discusiones en las últimas semanas con motivo de los perros de acogida que el primero tenía en su propiedad. Un testigo relató que el vecino que acabaría siendo apuñalado ya se había acercado ese mediodía a casa del supuesto agresor, «haciendo este caso omiso de sus provocaciones». En torno a las 23 horas, conforme al relato del testigo, regresó al domicilio de J.S. gritando que por qué tenía esos perros que molestaban y profiriendo expresiones como «hijo de puta, maltratador, si tienes huevos sal, abre la puerta que te voy a romper los morros».

Según la versión del testigo y el propio investigado, el vecino accedió al interior de la finca de J.S. aprovechando que éste abrió la puerta para decirle que se marchase. Una vez dentro, al parecer, comenzó a agredirle, dándole puñetazos. La magistrada recoge en el auto que «temiendo por su integridad física» el sospechoso agarró un cuchillo que se encontraba en el suelo y le asestó diez puñaladas, tratando de defenderse. La víctima continúa hospitalizada y, sostiene la juez, habrá que esperar a que reciba el alta médica para valorar la gravedad de las lesiones.