Ángeles (dcha.), junto al cuerpo de la religiosa fallecida, en una imagen de la televisión mozambiqueña. /
La religiosa muestra su deseo de no abandonar su misión pese al riesgo de ataques
Más de medio siglo lleva la hermana Ángeles López, natural de la pedanía murciana de Sangonera la Verde, viviendo en Mozambique, pero, seguramente, tras toda una vida en África nunca había visto tan cerca la propia muerte como el pasado martes. La religiosa, de 82 años y perteneciente a la orden de Hermanas Misioneras Combonianas, logró escapar con vida del ataque terrorista que sufrió su misión de Chipene hace tan solo unos días. «El mío pensamento fue que aquí acabé», relataba en una mezcla de español y portugués la monja murciana a una televisión mozambiqueña.
Prácticamente a sus pies yacía el cuerpo de la religiosa italiana Maria de Coppi, a la espera de sepultura, esa que recibirá en la jornada de hoy. Ella no tuvo tanta suerte como Ángeles y falleció de un disparo tras la llegada de varios hombres «armados y uniformados». Se trataba de miembros de organizaciones yihadistas que desde hace unos años actúan en el norte del país, con la intención de hacerse con el control de la zona y de sus recursos, así como de expulsar a todo aquel que no comulgue con su credo, según explica la compañera de orden María del Prado Fernández.
«Todavía estaba agradecida de que me dejaran con vida y libre, pero no aceptan nuestra religión y lo que quieren es que nos marchemos», relataba Ángeles a través de un audio de WhatsApp. «Han quemado una aldea, vaciado otras treinta; han matado ancianos y cortado cabezas, sembrando el terror», proseguía con su narración sor Ángeles, describiendo la zona, ahora mismo, como «un desierto». «Pero no tenemos intención de abandonar la misión, pese a que esta puede ser la decisión del obispo, como ha decretado para otras áreas», señalaba con fortaleza la religiosa tras el ataque y pese a encontrarse en la cama «muertecica».
En el asalto murió de un disparo una compañera italiana, que será enterrada durante la jornada de hoy
No obstante, tras el brutal atentado, la religiosa fue trasladada junto a los sacerdotes italianos a Nampula, capital de la provincia, y se encuentra sana y salva descansando en la casa de su congregación. Mientras, las niñas de acogida que se encontraban con ella en la misión han sido llevadas a otras zonas seguras.
La hermana María del Prado explica, además, que durante el ataque los guerrilleros quemaron la misión, lo que supuso la pérdida del teléfono móvil de Ángeles, así como de sus audífonos, ya que sufre problemas de audición, por lo que la comunicación con ella ha sido complicada en los últimos días. «Recen por nosotros, solo les pido una oración», pedía para concluir esta valiente religiosa murciana.
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Enlace de origen : La monja murciana que escapó de un atentado en Mozambique: «Tras ver muerta a mi compañera, pensé que mi vida acababa aquí»
