Cartagena compartirá con Líbano y Túnez su candidatura a patrimonio mundial

La idea de obtener un reconocimiento mundial para el patrimonio cultural de Cartagena va tomando forma: aspirará a obtener una declaración de la Unesco basada en el valor universal excepcional de un itinerario cultural de ciudades mediterráneas surgidas en la antigüedad gracias a la navegación comercial y militar. Y no lo hará en solitario. Formará una candidatura transnacional con la ciudad libanesa de Tiro y el emplazamiento tunecino de Cartago, con las que comparte no solo origen púnico-fenicio; también muchos rasgos comunes históricos, comerciales, navales y militares. Cabe la posibilidad de que pronto se una Malta.

El enfoque quedó definido en una jornada informativa celebrada ayer en el Teatro Romano con la intervención de Jordi Tresserras, presidente en España del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, también conocido como Icomos. Se trata de una asociación civil internacional con sede principal en París y ligada a la ONU a través de la Unesco. El experto explicó a una serie de representantes de instituciones y colectivos vinculados al patrimonio y la cultura los criterios técnicos para conseguir el reconocimiento y los pasos a dar.

Tresserras admitió que una candidatura transnacional acorta tiempos. En cinco años se puede cumplir el objetivo. Los plazos se alargarían hasta quince si Cartagena concurre en solitario, pues el Ministerio de Cultura tiene por delante propuestas de otras ciudades españolas que demandan reconocimiento mundial para su patrimonio. El Líbano liderará la candidatura, aunque gran parte del trabajo será coordinado desde Cartagena por la presidenta de la Fundación Ars Civilis, la catedrática de Historia del Arte jubilada de la Universidad de Murcia, exconsejera regional y antigua eurodiputada Cristina Gutiérrez-Cortines.

La candidatura recogerá aspectos de patrimonio inmaterial que son comunes a los tres lugares históricos, como su carácter portuario, comercial, militar e industrial. En bienes materiales el campo también es vasto: desde los vestigios arqueológicos hasta las más modernas construcciones marítimas con interés histórico y cultural, como los faros y todas las fortificaciones militares defensivas. También incluirán las artes pesqueras tradicionales, como la almadraba, y toda la industria del salazón heredada de las civilizaciones clásicas.

La candidatura cartagenera constituirá una unidad de gestión con participación de administraciones, organismos y asociaciones implicadas en el proyecto para darle forma al expediente. Tresserras advirtió de que es un trabajo «complejo, pero no está complicado. En cuatro o cinco años podríamos conseguirlo».

«No queremos vender humo»

Gutiérrez-Cortines dijo que el reto ahora es facilitar que los cartageneros aporten ideas que puedan reforzar la candidatura y que, también, conozcan los criterios de trabajo. «No queremos vender humo. La sociedad está muy acostumbrada a cosas que luego se quedan en el camino», advirtió quien en su etapa de consejera impulsó la recuperación del Teatro Romano y la creación de la Universidad Politécnica.

La alcaldesa, Noelia Arroyo, dijo estar segura del éxito de la candidatura, «aunque no va a ser fácil ni rápido». Además, se comprometió a aportar una sede y personal municipal si así lo requiere el grupo gestor. A la reunión asistieron el director general de Patrimonio, Pablo Braquehais, el director general del Puerto, Fermín Rol, así como representantes de la Armada.