Alarde de pasión y espectáculo de los Moros y Cristianos en Murcia

Alarde de pasión y espectáculo de los Moros y Cristianos en Murcia

El desfile de Moros y Cristianos, este sábado, en su entrada a la Gran Vía de Murcia. / Guillermo Carrión / AGM

Más de 1.400 festeros desfilan por la Gran Vía en la vuelta del evento después de un parón de tres años

Rebeca Martínez Herrera

El despertar del letargo se hizo por fin realidad. Moros y Cristianos materializaron este sábado la vuelta de la fiesta a la ciudad con su gran desfile, la cita más especial para quienes recrean cada septiembre desde 1983 la historia de la fundación de Murcia. Cuatro años tuvieron que esperar los 900 integrantes de las quince kábilas y mesnadas para volver a sentir la emoción de cruzar el Puente de los Peligros vestidos con majestuosos atuendos especialmente confeccionados para la ocasión, muchos de ellos guardados durante meses en el armario a la espera de ser lucidos, ya que desde 2018 no habían podido celebrar esta cita con el público murciano, primero por la DANA y después por la pandemia. Y aunque tardó más de lo esperado, el estreno al fin llegó.

Fueron muchos los pequeños festeros que representan el futuro de Moros y Cristianos que debutaron en la tarde de este sábado desfilando por el centro de la ciudad. Y más aún los miembros del cortejo que, a pesar de tener ya bastante experiencia, volvieron a vivir el gran día del festejo con la sensación de que el parón obligado de los últimos años les había dado la oportunidad de revivir la emoción típica de esas primeras veces que nunca se olvidan.

Una emoción que se fue intensificando hasta dar paso a un estallido de pasión festera que llevaba casi un lustro contenida. Sentimientos que se reflejaron en las caras, coreografías y pasos de los más de 1.400 participantes desde la salida del desfile, que se formó en Alameda de Colón y que alcanzó su punto más álgido nada más enfilar la Gran Vía, donde el derroche de algarabía fue en aumento. Más de treinta bandas de música interpretaron las típicas marchas que marcan la identidad de esta cita con la historia, que este año celebra su 39 aniversario. Ritmos que resonaron con más fuerza si cabe en el ansiado regreso.

Flamantes moras

Abrieron el desfile las abanderadas de la Federación de Moros y Cristianos de Murcia con sus escuadras. Elena Villar, de Abenmardenix Rey Lobo -una de las kábilas fundadoras- y Desirée Castillo, de Almohades, habían soñado con ese momento desde febrero de 2020, cuando recayó en ellas el título.

Estas dos flamantes moras fueron las encargadas de tener el primer contacto con el público en el arranque del cortejo. Un desfile cuya puesta en escena se podría interpretar como la declaración de intenciones de una fiesta que aspira a ser declarada de Interés Turístico Internacional. Un reconocimiento que supondría un impulso, a la vez que un gran estímulo para todos los que forman la familia festera.

Un templario entrañable

Después del boato de la Federación, llegó el espectáculo protagonizado por el bando moro, cuyas ocho kábilas desfilaron tras la carroza de Aben Hud y su favorita, a quien dan vida este año Domingo Hernández y Ángeles Roses, del grupo Abu L’Abbas. Un cortejo que cerró el rey de 2019, Agustín Belda, que no pudo lucirse en el desfile frustrado por la DANA. Aunque no se trata de algo habitual, la participación del antiguo cargo festero respondía a un compromiso de la Federación con el que fuera máximo representante moro hace tres años.

El entrañable templario Luis García, festero del año, volvió a demostrar durante el desfile por qué se ha ganado el cariño de los amantes de la fiesta, en la que lleva participando activamente desde hace 36 años. A sus 83 años, el caravaqueño derrochó la alegría que le caracteriza desde la carroza en la que recorrió la principal arteria de la ciudad. Una situación que ya le emocionaba solo con imaginarla desde que recibió el título hace dos años y medio y que por fin pudo hacer realidad. Aunque no se trataba de su primera experiencia como cargo, ya que en 2001 fue rey cristiano.

Medio millar de festeros invitados

El infante Alfonso de Castilla y su dama, Francisco Ruano e Isabel Navarro -integrantes de la mesnada Caballeros y Damas Santa María de la Arrixaca-, también transmitieron el amor que sienten por la fiesta desde la carroza en la que desfilaron ante un público que se volcó con ellos. Para este matrimonio, que representa al bando cristiano, la fiesta forma parte de sus vidas después de veinte años.

La cita en Murcia es la más importante de Moros y Cristianos en la Región. Y prueba de ello es que en el desfile participaron medio millar de festeros invitados procedentes de Moros y Cristianos de Santomera, Cieza, Jumilla y Molina de Segura. Así como de las localidades alicantinas de Petrer y Almoradí, donde también hay mucha tradición.

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