La Unidad de Caballería patrulla durante la Feria de Murcia por la mota del río y por el Malecón

La Unidad de Caballería patrulla durante la Feria de Murcia por la mota del río y por el Malecón

Cuatro de los seis agentes que componen la Unidad de Caballería patrullan por el entorno del jardín del Malecón. / JAVIER CARRIÓN / AGM

Cuatro de los seis agentes que componen la Unidad de Caballería patrullan por el entorno del jardín del Malecón. / JAVIER CARRIÓN / AGM

La Unidad de Caballería de la Policía Nacional de Madrid patrulla durante la Feria por la mota del río Segura y por el jardín del Malecón en Murcia

Raúl Hernández

‘Sentinel’ mantiene un trote firme, erguido, dominante. Tiene una estructura fuerte, con líneas armoniosas e imponentes, patas fibrosas y firmes y un volumen mediano, el propio de un potro que está empezando en enfilar la madurez. Tan solo lleva dos meses patrullando en la calle, pero ya se ha hecho con ella. Está relajado por la mota del río, a la altura del auditorio Murcia Parque y, en un momento, levanta las orejas al pasar cerca del patio de un colegio donde alumnos de corta edad juegan en el recreo.

«El ruido le activa», comenta el policía José Luis García, su jinete. El agente eligió formar parte de la Unidad de Caballería de la Policía Nacional por amor a los caballos y porque ese sentimiento le viene de tradición familiar. «Mi abuelo y mi padre pertenecieron a esta unidad», afirma. Él y ‘Sentinel’ forman parte de el escuadrón de seis agentes procedentes de Madrid, que desde el pasado jueves patrullan por las calles de Murcia, específicamente por la mota del río Segura y el jardín del Malecón. Otros lugares donde realizan servicios son el entorno de la plaza de toros y en el desfile de Moros y Cristianos del pasado sábado. Su cometido es, fundamentalmente, la prevención y el control de masas.

«Nuestra posición en altura es un punto de referencia, tanto para el ciudadano que requiere nuestra ayuda como para el control de la seguridad ciudadana, ya que nosotros observamos situaciones que los compañeros a pie no ven, como un robo, una discusión de pareja…», expone el oficial José Ángel García. La resolución de un altercado cuando intervienen es inmediata. «Imagina que te persiguen al galope dos animales de 500 kilos. Por muy malo que seas, al final te paras, no hay escapatoria».

«Nuestra posición en altura es un punto de referencia para el ciudadano que requiere nuestra ayuda»

Igual que la imagen del caballo es amigable en un entorno distendido, en una situación tensa, es un animal que intimida a cualquiera. La presencia de los equinos resulta esencial en grandes concentraciones, espectáculos públicos y deportivos, en dispositivos de seguridad, restablecimiento de la seguridad ciudadana o vigilancia y control en el casco urbano y en zonas singulares de difícil acceso para otros operativos, como parques, playas, entornos marginales. «En Madrid, patrullamos mucho por el poblado de la Cañada Real, por ejemplo», apunta el oficial.

La Caballería siempre trabaja en binomio con compañeros de las unidades de seguridad ciudadana, como la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) o la Unidad de Intervención Policial (UIP). Esa coordinación queda patente en situaciones de especial violencia, como en eventos de partidos de fútbol catalogados de alto riesgo. «En partidos de Champions League, cuando hacemos el traslado de los ultras, nosotros bordeamos al grupo y, cuando surge cualquier problema, solo con aproximarnos y colocarnos junto a los exaltados, los ánimos se relajan de nuevo, es automático».

En esas situaciones tensas, el agente va equipado con casco, un chaleco antibalas o antitrauma, dependiendo de la situación. Al caballo se le cubre la cabeza con una careta y le colocan unos protectores en las patas. Para esas situaciones de estrés, se les entrena con detonaciones, gases, humo, petardos, bengalas, obstáculos o cualquier otra circunstancia que pueda presentarse en entornos hostiles.

La unidad más antigua

Caballería es la rama más antigua de la Policía, con casi 200 años de historia. De hecho, su origen se remonta a 1825, tan solo 3 años después del nacimiento de la Policía General del Reino, primer antecedente de la Policía Nacional.

Ese año se creó un Regimiento de Caballería denominado Celadores Reales, para «evitar los robos y tropelías que, en su caso, se ejecutaran».

Enlace de origen : La Unidad de Caballería patrulla durante la Feria de Murcia por la mota del río y por el Malecón