Sánchez exhibe músculo territorial y dibuja a un Feijóo «aislado» en Europa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de varios presidentes autonómicos en el acto de hoy. / EFE

El PSOE reúne en Zaragoza a sus barones para dar el «banderazo de salida» a la carrera para los comicios de mayo

El PSOE fue el claro ganador de las elecciones autonómicas y municipales de 2019, aunque su éxito a la hora de alcanzar el gobierno en las principales ciudades del país fuera moderado. Ahora que las encuestas le sitúan por detrás del PP en intención de voto para las próximas generales, Pedro Sánchez quiere aprovechar ese músculo territorial para trasladar que está en condiciones de dar la batalla y que «hay partido». Con ese objetivo, ha reunido este sábado en Zaragoza al Consejo de Política Federal, del que forman parte todos los barones de la formación, para fijar las líneas de su oferta electoral de cara a los comicios de mayo.

El mismo partido que hace solo cinco años se resentía aún de las heridas provocadas por una cruenta guerra fraticida se ha esforzado hoy por exhibir una imagen de unidad más allá de algunas diferencias de discurso. El anfitrión, el presidente de Aragón, Javier Lambán, no ha reprimido una advertencia contra el secesionismo, probablemente el asunto que más lo distancia de Sánchez, y ha subrayado que si hay un artículo de la Constitución que el PSOE debe «enarbolar» con fuerza es el artículo 2, el de la unidad de España. «Una unidad que yo entiendo como igualdad de derechos y obligaciones de todos los españoles». Pero también ha defendido la gestión del presidente y de un Gobierno, que ha dicho «ha estado siempre cogiendo el toro por los cuernos».

Lambán ha sido el encargado de dar el «banderazo de salida» a un acto, celebrado tras la reunión de trabajo ante medio millar de simpatizantes, con el que el partido empieza oficialmente la carrera electoral y en el que han intervenido también el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara; la balear Francina Armengol, el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato; la presidenta de La Rioja, Concha Andreu y el propio Sánchez. Cada uno de los dirigentes regionales ha esbozado los objetivos estratégicos del partido focalizados en cinco asuntos, la «agenda joven», la rual, la implementación del plan de recuperación con los fondos millonarios de la UE, la suficiencia energética y la protección de la «clase media y trabajadora». Y para el presidente ha quedado el discurso político.

«Contribución solidaria»

Sánchez se ha vuelto a servir así de la decisión de la Comisión Europea de diseñar una suerte de impuesto («contribución solidaria») sobre los beneficios extraordinarios de las grandes energéticas para presumir de su capacidad de anticipación y censurar la decisión del PP de votar el pasado martes en contra de la toma en consideración del tributo temporal diseñado por el Gobierno con un planteamiento similar mientras un día después respaldaba la propuesta de Ursula Von der Leyen.

Los populares argumentan que el planteamiento del Ejecutivo tiene poco que ver con el de Bruselas porque no grava los beneficios extraordinarios sino los ingresos de las empresas y como prueba se aferran al hecho de que la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, admitiera hace unos días que tendrá que ajustar su propuesta a la que se acabe aprobando en Europa. Los socialistas, sin embargo, sostienen que se ha quedado colgada de la brocha y que su actitud les «retrata».

«La Comisión propone reformar el mercado eléctrico y crear un impuesto a las grandes eléctricas ¿Os suena’ Es lo que viene proponiendo el Gobierno de España desde hace un año. ¿Si lo propone el Gobierno es izquierdista y si lo propone Bruselas es liberal? Ni una cosa ni otra es puro sentido común ¿Y dónde se ha quedado la oposición? Aislada -ha reiterado Sánchez- y retratada»