FEDERACIÓN REGIONAL DE CAZA
La Federación de Caza de la Región critica que el Gobierno central no cuente con el sector para la redacción de la norma y teme por la supervivencia de la actividad cinegética
El hartazgo de los cazadores murcianos con el desarrollo de la Ley de Bienestar Animal que se está tramitando a nivel estatal es mayúsculo, ya que, a su juicio, pone en grave riesgo el futuro de la actividad cinegética. La tensión también es pública y notoria en el resto de España, que ha mostrado su total rechazo al texto normativo, el cual, según se prevé, puede estar en marcha antes de final de año.
La oposición del mundo de la caza no solo se centra en algunos puntos que recoge la Ley, sino también en que el Ministerio de Derechos Sociales, liderado por Ione Belarra (Podemos), no tuvo a bien contar con su opinión en la redacción de la norma. «En el inicio de la elaboración de este anteproyecto de ley no se mantuvieron reuniones con la Real Federación Española de Caza ni con, al menos, la Federación de Caza de la Región de Murcia; sí parece ser que con otras entidades de carácter conservacionista y representantes de centros de refugio de animales», sostiene Francisco Lozano, asesor jurídico de la FCRM, al tiempo que pide la retirada de este anteproyecto.
Una visión que comparte Francisco Martínez Ruiz, presidente de la Sociedad Federada de Caza ‘El Jabalí’ de Mula, quien alude al «peso muy decisivo de sectores totalmente contrarios a la actividad cinegética y que se encuentran arropados por el Ministerio de Derechos Sociales» como la razón por la que el Gobierno central ha excluido a la caza en la redacción de esta normativa. «Solo tenemos que ver a los titulares de algún Ministerio y Dirección General para darnos cuenta de la presión anticaza que ejercen sobre el Gobierno central (PSOE y Podemos), sin que por supuesto les importen los miles de empleos directos e indirectos que se verían afectados con la aprobación de esta ley y que llevaría a muchos sectores a la práctica desaparición», lamenta.
La aprobación del nuevo texto asfixiaría las armerías, tiendas de ropa, hospedajes y cotos, según la FCRM
Apartados críticos
Entre los puntos recogidos en la norma y que atacan sin paliativos a la actividad cinegética, destacan la equiparación de las perdices de reclamo, hurones y aves de cetrería a los animales domésticos, así como los perros de caza y rehalas con independencia de su destino, y la prohibición de la cría de reposición de perros de caza, del silvestrismo y de la realización de documentales en los que se muestre la muerte del animal. «Es decir, la actividad cinegética sufriría un varapalo importante», sentencia el asesor jurídico de la FCRM, mientras que el presidente de ‘El Jabalí’ propone que «Gobierno y sectores afectados se sienten, se escuchen y elaboren una Ley de Bienestar Animal que recoja y regule la realidad de todos los actores implicados y, por supuesto, la necesidad real y objetiva de ‘un bienestar de los animales’».
La Ley de Bienestar Animal empezó su trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados este verano. Pero los cazadores españoles no se han quedado de brazos cruzados mientras esperan la estocada mortal a la actividad cinegética, así que se han liado la manta a la cabeza y han llevado a cabo distintas actuaciones para mostrar su unánime desacuerdo.
Una de las muestras más representativas fue la multitudinaria manifestación celebrada el pasado 20 de marzo en Madrid, donde un total de 550.000 personas del entorno rural, de las que 7.800 eran cazadores murcianos, coparon el céntrico Paseo de la Castellana, con sus más de seis kilómetros de longitud y sus calles aledañas, para reclamarle al Gobierno que no prosperase la Ley de Bienestar Animal en los términos redactados. Ante tal presión, el Grupo Parlamentario Socialista anunció en agosto que presentará una enmienda para excluir de la norma a los perros de caza, los utilizados por la Policía Nacional y los que cuidan y guían el ganado. «Esperemos que se haga realidad las nuevas manifestaciones y enmiendas que el Gobierno nos ha hecho llegar», confía Francisco Lozano.
Aun así, afirma que todo lo relacionado con la Ley de Bienestar Animal tiene un recorrido de más calado: «Es de esperar que impida la correcta práctica de la actividad cinegética en algunas de sus modalidades», e insiste en que afectará de lleno a todos los ciudadanos. Porque «implicará la reducción no solo de licencias de caza, sino también de compras en armerías y tiendas de ropa, hospedajes, restauración, arriendo de cotos e incluso disminución de actividad en cotos intensivos», enumera.
Defensa a ultranza del reino animal
«Que no quepa la menor duda de que el sector cinegético defenderá siempre el bienestar de los animales y el trato adecuado a los mismos», afirma con rotundidad Francisco Lozano, asesor jurídico de la FCRM, para a continuación dejar también claro que «es fácilmente comprobable, en términos generales, que el colectivo cazador asume una responsabilidad sobre los animales auxiliares de la caza debidamente ejercida en lo relativo a su cuidado, salud y bienestar animal».
Y lo justifica: «Los perros, perdices de reclamo, aves de cetrería, aves de canto… son indispensables para el ejercicio de la actividad cinegética, consecuentemente su bienestar determinará sus posibilidades cinegéticas. Por ello, su atención por parte del colectivo cazador es continua y esencial para el buen fin de la actividad».
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Enlace de origen : Frente común de los cazadores contra la Ley de Bienestar Animal