Los errores más comunes en el examen práctico de conducir

Un coche de autoescuela, en una imagen de archivo. / Nacho García / AGM

En esta prueba hay infracciones que se pagan con el suspenso del aspiranante

El examen práctico de
conducir es la prueba final para conseguir el carné que te convierte oficialmente en conductor. Para muchos es una prueba a la que nunca se han enfrentado y los nervios salen a la luz. Estos nervios pueden jugarte una mala pasada, por ello, debes tener en cuenta cuáles son los errores más comunes en el examen de conducir para intentar evitarlos.

Los errores más comunes en el examen de conducir

– El primer fallo posible durante el
examen práctico de conducir puede estar relacionado con el cinturón de seguridad, el ajuste del asiento o la colocación adecuada de los espejos retrovisores. Aunque seguro que tu profesor de autoescuela te ha insistido mucho en estos primeros pasos antes de empezar la conducción, los nervios provocan que se te olviden algunos pasos clave. Antes de empezar el examen debes ponerte el cinturón y colocar los espejos.

– Una vez iniciada la marcha, uno de los errores más comunes es que el futuro conductor se olvide de comprobar los espejos retrovisores antes de hacer cualquier maniobra, así como girar la cabeza para comprobar los ángulos muertos del vehículo. Aunque pienses que tienes visibilidad, siempre es importante hacer las comprobaciones pertinentes.

– Otro de los fallos más típicos ocurre en los carriles de aceleración o deceleración para incorporarse o salir de una vía rápida. Muchos conductores frenan bruscamente antes de llegar al carril de deceleración, obstaculizando a otros vehículos que circulan detrás y, a veces, ponen en peligro a otros conductores.

– No debes olvidar respetar los ceda al paso o las señales de ‘Stop’. Los nervios provocan que te equivoques en estas señales básicas. Aunque parezca que hay una visibilidad perfecta en la vía y que no viene ningún coche, debes asegurarte siempre de que estás respetando estas señales.

– Otro de los errores más comunes es que los aspirantes no se fijen en los peatones que están esperando para cruzar en un paso de cebra.

– Las glorietas se pueden considerar uno de los grandes quebraderos de cabeza de los futuros conductores. Pueden darse multitud de errores en las rotondas, como no reducir la marcha a tiempo al llegar, no ceder el paso a los vehículos que ya están circulando por la glorieta o no señalizar las maniobras de salida.

– Los alumnos también fallan mucho a la hora de adaptar las luces del vehículo a las condiciones de circulación del día del examen.

– Por último, uno de los momentos en los que los alumnos cometen errores es durante el estacionamiento. Muchos conductores superan con éxito el resto de la prueba, pero cuando llega el momento de aparcar cometen algún fallo. Por ello, debes evitar cometer errores de falta de atención como aparcar en zonas prohibidas como vados, zonas de carga y descarga, paradas de autobús, etc. También es habitual que el conductor se suba al bordillo o golpee a otro vehículo mientras aparca.