Sin tiempo para el lamento para el UCAM CB

Para lo bueno y para lo mano, la Liga Endesa no da respiro en su arranque. Para lo bueno, porque el jugador no tiene apenas tiempo de deprimirse por el mal debut, cayendo por 14 puntos de diferencia en su propia casa ante un Breogán al que no se le presumen ambiciosas aspiraciones esta temporada, y dando una imagen de indolencia en la recta final de partido que poco casa con el carácter que se persigue. Para lo malo, porque los de Sito Alonso evidenciaron estar aún muy lejos del punto de juego que quieren alcanzar para ser competitivos esta temporada, con demasiados hombres importantes por debajo de su nivel. Y eso quiere decir que hay mucho trabajo por delante.

Sea cual sea el punto de vista que adapten los murcianos, hoy a las 18.00 el balón volará de nuevo al aire en el Príncipe Felipe de Zaragoza, donde el UCAM ha caído de seguido las últimas cuatro temporadas por una diferencia adversa media de 12,8 puntos. Como los murcianos, los aragoneses cayeron antes de ayer en la primera jornada, en la que les tocó visitar a un Obradoiro que se ha movido muy bien en el mercado veraniego (76-73).

Piezas por encajar

Aún sin Rojas, en el que será el segundo y último partido de su sanción, el ‘staff’ que dirige Sito Alonso tendrá que pasar hoy la prueba de cambiar casi por completo la cara a un equipo con mucha falta de rodaje, que no se puede permitir la escasa implicación ofensiva de jugadores como Anderson o Luther, y que tiene que terminar de integrar en a pívots tan grandes (y diferentes a los de las últimas temporadas) como Pustovyi y Diop.

Con mucho trabajo por delante para jugar fluido en ataque posicional, lo más difícil sobre lo que construir, el UCAM CB Murcia necesita más que nunca una línea defensiva sobre la que generar ventajas y, sobre todo, un rebote que ante el Breogán quedó en entredicho: el juego interior más alto de la historia del equipo solo se hizo con 28 capturas bajo tableros, por 41 de los gallegos.

Enfrente hoy estará un equipo dirigido por uno de los entrenadores de mayor proyección en Europa, el austriaco Martin Schiller, que con solo 40 años ya ha dirigido tres temporadas en la G-League americana (liga de desarrollo donde juegan los equipos vinculados a las franquicias NBA). Allí fue nombrado entrenador del año en 2020, también ha sido asistente en la selección alemana y entrenador principal en el Zalgiris, donde sustituyó a Sarunas Jasikevicius.