La versión del asesor fiscal que estuvo desaparecido: sociedades en Singapur, supuesta extorsión de rusos e intentos de suicidio

La versión del asesor fiscal que estuvo desaparecido: sociedades en Singapur, supuesta extorsión de rusos e intentos de suicidio

El asesor José Luis Galiana llegando al juzgado este jueves junto a su abogado, Pablo Ruiz-Palacios. / nacho garcía / agm

El asesor fiscal que estuvo desaparecido enarbola una supuesta extorsión a manos de unos ‘matones’ para justificar un agujero de más de 600.000 euros

Alicia Negre

Ha tardado meses en dar la cara, pero José Luis Galiana llegó esta semana al despacho del magistrado José Fernández Ayuso, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, con una versión bajo el brazo. Muchos tildan de película la coartada que ha desplegado el conocido asesor fiscal de Murcia, que se entregó a la Policía el pasado agosto tras varios meses desaparecido. Esta historia de sociedades en Singapur, extorsionadores de acento ruso e intentos frustrados de suicidio es, sin embargo, la muralla con la que este profesional pretende afrontar los numerosos interrogantes que despertó su desaparición y el agujero, de más de 600.000 euros, que dejó en una cuenta bancaria, en la que el experto contable gestionaba los fondos del concurso de acreedores de la conocida Huma Inmobiliaria.

Este cautivador relato tiene su inicio -o su final, según como se mire- en un acantilado de Punta Prima, en la costa de Orihuela. En este abrupto enclave de costa apareció despeñado el Audi-A1 rojo de Galiana en la madrugada del 17 de febrero y se inició un misterio que aún hoy sigue aguardando respuestas. El asesor sostuvo esta semana ante el juez, como ya hizo el pasado verano ante los investigadores de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que llegó hasta este despeñadero dispuesto a quitarse la vida pero que, pensando en su familia, optó por desaparecer. «Fue un acto improvisado», recalcó. «Me fui con lo puesto».

Una «huida hacia delante»

El acusado sostuvo que optó por esa «huida hacia adelante» -como la catalogó su abogado defensor, Pablo Ruiz-Palacios- acuciado por la estafa y posterior extorsión de la que fue víctima. Una situación «insostenible» que había arrancado unos años antes cuando, según su versión, sus pasos se unieron con los de unas sociedades denominadas Gateway 21 Bankers, afincada en Singapur, e Investment Global Group, en Texas, que eran en realidad una misma cosa. Galiana explicó al magistrado que fue nombrado en 2017 agente en España de estas sociedades y que se dedicaba a ofertar operaciones financieras a largo plazo y buscar clientela.

La supuesta extorsión que le llevó a poner tierra de por medio comenzó cuando inició con esas sociedades una operación para financiar un proyecto de la empresa de su familia. Una firma en la que figuran, además del asesor, su madre y sus hermanos. El acusado explicó que pretendía obtener financiación para levantar un negocio de hostelería y otro de limpieza de vehículos en el centro de Murcia y que para ello debía aportar a esas sociedades, como gasto de gestión, 234.089 euros que recuperaría en quince días.

«Fue un acto improvisado», asegura sobre su desaparición. «Me fui con lo puesto»

El problema llegó, según reconoció, al tomar ese dinero de la cuenta del concurso de acreedores que gestionaba. Pasados los quince días explicó que reclamó por teléfono esos fondos y que les dijo que si no le entregaban el dinero les denunciaría, pero que los representantes de esas sociedades se negaron. En noviembre de 2017, según su versión, recibió por primera vez la visita de dos personas que son clave en su relato. Se trata de dos hombres de los que solo ha podido ofrecer a la Policía sus supuestos nombres de pila y una descripción física poco detallada. Dos ‘matones’ de acento ruso que le amenazaron, diciéndole que sabían dónde estudiaban sus hijos. Afirmó que le obligaron a no denunciar la apropiación de esos fondos y a seguir realizando transferencias.

Galiana sostuvo que un dirigente de esa sociedad le exigía los pagos y que, si se retrasaba, se acercaban a su despacho los dos ‘matones’ llegando a ponerle una pistola encima de la mesa. Fue esa espada de Damocles, según su versión, la que le llevó a ceder a esa supuesta extorsión, que se prolongó cerca de un año. Doce meses en los que fue realizando múltiples transferencias bancarias no solo desde la cuenta del concurso de acreedores que gestionaba -y en la que dejó un agujero de más de 600.000 euros- sino desde algunas otras cuentas vinculadas a él y a su propia familia. Este es un dato que el letrado Ruiz-Palacios pone encima de la mesa como «prueba irrefutable» de la veracidad de su relato. «Fui pagando por el miedo a la situación que estaba viviendo», subrayó.

Ese presunto saqueo acabó cuando el asesor decidió plantarle cara. «En un determinado momento llegué y dije basta porque no podía seguir así», rememoró. «Me negaba a enviarles más dinero y les dije que si querían me pegasen un tiro porque yo no iba a pagar nada». Galiana explicó que en febrero, aunque esa supuesta extorsión ya había cesado, seguía teniendo «miedo» y tildó de «acto de desesperación» su rocambolesca desaparición. «Me tenían pillado de pies y manos».

Estuvo escondido durante meses en un piso de Benidorm

Durante meses, el paradero del conocido asesor fiscal José Luis Galiana fue uno de los interrogantes más repetidos, pero el escondite de este profesional se encontraba apenas a unos 120 kilómetros de su Murcia natal. Un piso de Benidorm sirvió de guarida al acusado en la mayor parte de ese periodo, según explicaron fuentes cercanas al caso. Tras arrojar su Audi-A1 por el acantilado de Punta Prima, Galiana buscó cobijo en la alicantina Marina Alta y, algo más tarde, fijó su residencia en la ciudad de los rascacielos. No fue hasta bastante después cuando Galiana atravesó la frontera con rumbo a Irlanda.

En los más de 170 días que estuvo desaparecido, este profesional estuvo incluso realizando algunos trabajos de asesoría ‘online’. Esas gestiones fueron, precisamente, las que permitieron a la Guardia Civil dar con su paradero. Según explicaron fuentes cercanas al caso, Galiana había estado operando con una identidad falsa pero, en un determinado momento, accedió con sus datos reales a una base de datos europea para la búsqueda de trabajo. Un movimiento simple que acabó destapando su ubicación y desenvolviendo la madeja del misterio de su desaparición.

Enlace de origen : La versión del asesor fiscal que estuvo desaparecido: sociedades en Singapur, supuesta extorsión de rusos e intentos de suicidio