Irán, bajo el yugo de la Policía de la Moral

Irán, bajo el yugo de la Policía de la Moral

Un contenedor arde durante una protesta por la muerte de Mahsa Amini, la joven kurda que fue detenida por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo. / REUTERS

Miles de personas protestan contra los agentes que castigan con multas, prisión o flagelación a las detenidas por violar el código de conducta islámico

Creada tras el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, la Policía de la Moral (Gasht-e Ershad o Patrullas de la Orientación, en persa) es una de las fuerzas de seguridad que opera en Irán. Desde la muerte el pasado 16 de septiembre de Mahsa Amini, la joven kurda de 22 años que fue detenida por llevar mal puesto el velo, miles de personas han salido a las calles –no solo en Teherán y otras provincias del territorio, también frente a las embajadas de otros países como España, Estados Unidos, Francia o el Reino Unido– a protestar contra el yugo del régimen teocrático. Y en el centro de la polémica se encuentra la Policía de la Moral, acusada de matar a golpes a Amini y a otras que han participado en las manifestaciones.

Pero, ¿cuál es la función de esta entidad? Está encargada de velar por el cumplimiento del código de conducta islámico en público. De esa manera, en su poder está detener a las mujeres que violan la norma de vestimenta conservadora, que se impuso para «promover la virtud y prevenir el vicio». En concreto, se centran en garantizar que se lleve puesto correctamente el hiyab, evaluar si la mujer muestra demasiado cabello, si su ropa es demasiado corta o sus pantalones muy ajustados e incluso si usan demasiado maquillaje.

Las otras Mahsa Amini de Irán

La ley también prohíbe utilizar pantalones rasgados, colores brillantes y vestidos que expongan las rodillas. «Nos dijeron que la razón por la que estamos trabajando para las unidades de la Policía de la Moral es para proteger a las mujeres», afirma a la BBC de forma anónima un agente que forma parte de este organismo iraní. «Porque si no se visten apropiadamente, entonces los hombres podrían ser provocados y hacerles daño».

Ladrones de cadáveres

¿Cómo trabajan? Una camioneta con policías masculinos acompañados por mujeres cubiertas de cuerpo entero patrullan en lugares públicos concurridos, como plazas, centros comerciales y estaciones de metro. «Es extraño, porque si solo vamos a guiar a la gente, ¿por qué tenemos que elegir un lugar bullicioso en el que potencialmente podríamos tener que arrestar a más personas? Es como si fuéramos a cazar», comenta el agente.

185 muertes

Las detenidas reciben una notificación y en algunos casos son conducidas a un ‘centro correccional’ donde reciben lecciones sobre cómo vestir y comportarse en público «con moralidad». En principio se las libera el mismo día y son entregadas a un familiar varón. No obstante, hay ocasiones en las que son castigadas por violar el reglamento, ya sea con multas, prisión o incluso flagelación.

Ese abuso de poder es lo que denuncian las miles de personas que han salido a las calles desde el pasado 16 de septiembre, cuando falleció Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años que fue detenida por la Policía de la Moral. Y no solo ella. Numerosas familias han denunciado la muerte de sus hijas en estas protestas. Hadis Nafaji (de 22 años), Nika Shahkarami (16) y Sarina Esmailzadeh (16) son otros rostros de la brutal represión del régimen iraní que, en total, ha causado la muerte de al menos 185 personas –19 de ellas, menores– durante las manifestaciones, según denunció la organización de Derechos Humanos Iran Human Rights.

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