Los agricultores de la Vega Alta dan una nueva oportunidad al melocotón amarillo

Los agricultores de la Vega Alta dan una nueva oportunidad al melocotón amarillo

El agricultor Juan Luis Piñera Ballesteros realizando un injerto. / CLAUDIO CABALLERO

Coag detecta un incremento del 30% en los injertos con variedades autóctonas y de media temporada

Claudio Caballero

La puesta en marcha de la identidad geográfica protegida (IGP) Melocotón de Cieza, promovida por la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento, ha provocado que los productores de la Vega Alta estén dándole una nueva oportunidad al melocotón amarillo. Durante estos días, los agricultores proceden a realizar injertos en árboles que ya alcanzan los cinco o seis años, «y hemos detectado un aumento del 15% para la obtención de las dos variedades catalogadas, ‘Baby Gold 6’ y ‘Romea’», destacó el presidente de Coag Iniciativa Rural en Cieza, Miguel Ángel Piñera. Explicó que, de manera global, en los campos de la Vega Alta, este año se va a renovar mediante injertos un 30% de la producción.

Durante las últimas dos décadas, los productores han ido adaptando sus cultivos a las exigencias de un mercado, el europeo, que reclama fruta de carne roja y extra temprana, generalmente comercializada entre los meses de mayo y junio. Estas variedades son por regla general más acidas y con pocos azúcares, todo lo contrario de lo que se consigue con las piezas cuyo proceso de maduración es más largo.

«Creemos que la IGP va a dar a las variedades ciezanas un respaldo para que los mercados vuelvan a reclamarla, anteponiendo la calidad a la precocidad», indicó Piñera. Subrayó, asimismo, que esta distinción «no va a suponer en absoluto que el agricultor de Cieza no siga cultivando y comercializando variedades tempranas para seguir compitiendo en Europa».

«La próxima primavera, los brotes ya serán de la especie que queremos obtener», explica Juan Luis Piñera

El dirigente agrario recordó además que, tras muchos años de negociación, «los agricultores de Cieza han llegado a acuerdos con los obtentores, de manera que todas las plantaciones se ajustan a los royalties en vigor».

Un proceso físico

El injerto se realiza normalmente en esta época del año coincidiendo con la paralización vital de los árboles. «Se aprovechan las últimas sabias que circulan por las ramas para replantear todo el ejemplar», explicó a LA VERDAD Juan Luis Piñera Ballesteros, un joven productor que estos días está procediendo a injertar unas 1.300 de unidades que durante los últimos seis años le han proporcionado cosechas de paraguayos y que, a partir de ahora, serán de ‘Baby Gold 6’. «Hay que esperar entre dos y tres años para obtener los primeros resultados, ya que los injertos se acometen una vez que hemos mutilado el árbol, y debemos esperar a que las nuevas ramas vayan aflorando en unas dos temporadas», explicó el joven cosechero.

«Se trata de un proceso totalmente físico, ya que una vez que compactamos la rama antigua con la nueva variedad, la sabia comienza a fluir, quedando lista en la próxima primavera para que los nuevos brotes sean ya de la especie que queremos obtener», dijo Ballesteros.

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