Segundo presidente regional que se dirige al banquillo de los acusados

Segundo presidente regional que se dirige al banquillo de los acusados

Valcárcel poniendo la primera piedra de la desaladora de Escombreras en 2006. / Antonio gil/ AGM

Valcárcel hasta ahora había quedado al margen de las causas contra sus colaboradores directos; dijo en 2019 que Garre llevó papeles al fiscal

Manuel Buitrago

El giro que ha dado la investigación del ‘caso La Sal II’ puede sentar en el banquillo a otro expresidente de la Comunidad Autónoma por presunta prevaricación, entre otros supuestos delitos.
Ramón Luis Valcárcel, que además es presidente honorífico del PP regional, podría seguir los pasos de quien fue su delfín, Pedro Antonio Sánchez, quien se enfrenta actualmente a juicio oral por el ‘caso Auditorio’.

Valcárcel había quedado hasta ahora al margen de las causas judiciales abiertas en los últimos años contra directos colaboradores suyos, investigados y encausados por presunta corrupción urbanística en el ‘caso Novo Carthago’, por el atentado ecológico del Mar Menor, y por el ‘caso La Sal’. Los exconsejeros Antonio Cerdá y Joaquín Bascuñana, junto a otros seis procesados (ex altos cargos, funcionarios y asesores, además de la empresa Hansa Urbana) se sentarán en el banquillo en febrero, en la precampaña electoral, por la causa de ‘Novo Carthago’, con la particularidad de que Valcárcel acudirá como testigo en ese macrojuicio, junto al exconsejero Francisco Marqués y la exalcaldesa de Cartagena Pilar Barreiro.

«Las manos en el fuego»

En una entrevista publicada por LA VERDAD en septiembre de 2019, el exdirigente de la Comunidad y exvicepresidente del Parlamento Europeo declaró que los presuntos casos de corrupción que tuvieron su origen en su etapa al frente de la Comunidad «no han culminado en ninguna condena a nadie de mi gobierno hasta ahora». En referencia a la desaladora de Escombreras, dijo que en los consejos de administración de este organismo «todo se aprobaba por unanimidad. En su día dije que todo lo que tenía que ver con mi Gobierno no me resultaba ajeno y me preocupaba. Aquí nadie le ha regalado nada a nadie. Ni Florentino tiene 600 millones, ni nadie ha pagado esa cantidad. Había un consejo de administración presidido por un consejero, con presencia de casi todos los secretarios y directores generales de las consejerías. Más el interventor general y el jefe de los servicios jurídicos. ¿Estaré yo tranquilo de que se hizo bien, si nunca hubo reparos? Pongo las manos en el fuego por Antonio Cerdá. Es un tío honesto y honrado a carta cabal».

A la pregunta de que Cerdá estaba asumiendo toda la responsabilidad, contestó que «si hay una denuncia y una investigación, ¿quién es el responsable de una consejería y el presidente de esto? Tengo la certeza, la tranquilidad y la seguridad de que no habrá nada; por honestidad, honradez y porque todo venía bien avalado… El Consejo de Gobierno no tomaba parte. Llegaban los informes aprobados por unanimidad».

Asimismo, Valcárcel manifestó que, cuando se marchó al Parlamento Europeo en 2014, lo dejó todo «encauzado» para comprar la desaladora y tratar de frenar la sangría financiera para las arcas de la Comunidad. Señaló que su sucesor, Alberto Garre, «no hizo gestiones, sino que creó conflicto y confusión para llevar al fiscal papeles. Me parecía de risa», apuntó.

Al mes siguiente, la Fiscalía denunció a Valcárcel, que dejó de estar aforado, como responsable último de la desaladora.

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