La argentina Elda Cerrato gana el Premio Velázquez de Artes Plásticas

La argentina Elda Cerrato gana el Premio Velázquez de Artes Plásticas

Elda Cerrato / ABC

El jurado destaca que en su obra se entrecruzan «indagaciones esotéricas, politización radical y capacidad anticipatoria del arte»

Antonio Paniagua

La argentina Elda Cerrato, pintora y teórica del arte que ha destacado por la denuncia de la fragilidad de las instituciones democráticas en América Latina, ganó este viernes el Premio Velázquez de Artes Plásticas.

Nacida en Asti (Italia) en 1930, Elda Cerrado ha desplegado un «amplio y sostenido trabajo artístico experimental poco reconocido», según subraya el acta del jurado que concede el galardón, dotado con 100.000 euros. «En su obra se entrecruzan territorios aparentemente inconexos: búsquedas espirituales, indagaciones esotéricas, politización radical y capacidad anticipatoria del arte», argumenta el jurado.

Cerrato, que ha desarrollado una intensa labor docente e investigadora, vive en Buenos Aires. En su trabajo siempre ha estado presente la cuestión de la memoria personal y colectiva, desarrollada a través de búsquedas por territorios esotéricos, políticos y de reflexión sobre la ausencia y la presencia.

La pertinaz búsqueda de respuestas la llevó a entrar en contacto con la llamada escuela del Cuarto Camino, de George Gurdjieff. El acercamiento a la doctrina metafísica del ruso, una aventura que emprendió con su pareja, el músico Luis Zubillaga, la hizo profundizar en el sentido de la vida.

Nacida en una familia de ideas socialistas que emigró a Brasil con la llegada del fascismo, Elda Cerrato vivió en São Paulo, Tucumán (Argentina) y Caracas, en un largo peregrinaje obligado por las persecuciones ideológicas a cargo de las dictaduras del momento.

La influencia del pensamiento esotérico la llevó a asumir el lenguaje de la abstracción. En la década de los sesenta hizo una pintura delicada y vital, atenta al color y al tratamiento de la superficie. Durante su estancia en Tucumán entre 1964 y 1968, la maternidad y la frecuente visión de ovnis la empujaron a recrear una suerte de cosmogonía que intentaba representar las fuerzas de la energía y de la vida.

Al regresar a Argentina en 1983, después de su exilio venezolano, sus obras reflejaron las multitudes en la calle y la denuncia por los desaparecidos en la dictadura militar, así como una actitud vigilante ante el papel de las instituciones en el difícil retorno a la democracia.

En 2015, la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde impartía clases, publicó ‘La memoria en los bordes’, que reúne sus archivos, junto con textos de distintas autoras e investigadoras. En 2021, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires organizó una exposición antológica de su obra bajo el título ‘El día maravilloso de los pueblos’. En la actualidad, trabaja junto a su hijo Luciano Zubillaga en el proyecto audiovisual ‘Family Reunion’.

Enlace de origen : La argentina Elda Cerrato gana el Premio Velázquez de Artes Plásticas