Los científicos defienden que los nitratos «están bien medidos y documentados»

Rambla del Albujón, en una imagen de archivo.

Los científicos se reafirman: los nitratos procedentes de la actividad agraria (agricultura y ganadería) en el entorno del Mar Menor son la causa principal de la degradación ambiental de la laguna. Ante las críticas de la Fundación Ingenio, que desacredita sus informes afirmando que el ‘shock’ ecológico del humedal se debe exclusivamente al fósforo de vertidos urbanos, investigadores de referencia consultados por LA VERDAD defienden su trabajo: «Los nitratos están bien medidos y documentados».

Esta frase es de Gonzalo González Barberá, experto del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC), quien mantiene que el diagnóstico sobre la crisis del Mar Menor está fundamentado en «análisis absolutamente rigurosos. Además, la eutrofización es clara. Que enseñen sus informes y los discutimos, no tenemos ningún problema en hacer un debate público», propone.

Miguel Ángel Esteve, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia (UMU), va un paso más allá: «¿Cómo que no hay nitratos? Para que se produzca la eutrofización son necesarias entre dieciséis y veinte partes de nitrógeno y una de fósforo. Antes del colapso de 2006, desde la UMU documentamos la entrada de entre 4.000 y 5.000 toneladas de nitratos al año mediante la medición de los isótopos del agua».

Contar «mentiras»

De esta forma, añade, se determinó que las ‘culpas’ de la ‘sopa verde’ se repartían «en un 85% para la actividad agraria y en un 15% para los vertidos urbanos». Esteve recuerda además que «en el acuífero no hay fosfatos porque el fósforo no se disuelve: entra al Mar Menor en contacto con la materia orgánica, en avenidas o por algún vertido urbano, nunca de forma subterránea».

«La Fundación Ingenio puede contar las mentiras que quiera», responde, «está claro que ahora han visto alguna oportunidad política para dar la vuelta a la situación y quitar la responsabilidad a la actividad agraria».

Para el también catedrático de Ecología de la UMU Ángel Pérez Ruzafa, miembro del Comité Científico del Mar Menor y portavoz durante años de este órgano consultivo, la Fundación Ingenio «se equivoca en sus planteamientos» y se lamenta de que la «falta de cohesión» de los investigadores haya dado lugar a esta situación.

«El diagnóstico está hecho desde hace más de diez años y estamos dejando que empeore. La agricultura podría ser una solución, pero ahora tenemos una situación caótica creada por los políticos, sobre todo el Ministerio», opina.