Interior del templo, durante la misa de San Judas, el viernes, con el nuevo retablo sin acabar. /
Acaba el montaje de la primera fase del nuevo altar de la parroquia castrense de la calle Mayor, que estará completo en un año
La parroquia castrense de Santo Domingo, en la calle Mayor, estrena estos días en su altar mayor un retablo de formas clásicas que pretende dar realce a este histórico templo del siglo XVI, levantado por los dominicos del desaparecido convento de San Isidoro. La artística pieza ya está montada en su primera fase y el presbiterio, abierto. Quedan para otras posteriores el remate de la parte superior y la entronización de los santos en sus correspondientes hornacinas.
El templo tuvo en sus orígenes un retablo que fue sustituido en el siglo XVIII. Y el segundo fue vendido a la iglesia de San Javier. «En el siglo XIX se hunde la parroquia y la coge la Armada, que levanta la cúpula y hace un retablo de estilo ecléctico, ampuloso y afrancesado», explicó el párroco castrense, Francisco Muñoz. Tras diversas modificaciones que lo devaluaron artísticamente, fue sustituido en los años setenta del pasado siglo por el sencillo altar de madera, de aire postconciliar, conservado hasta ahora.
«En sí mismo no era incorrecto, pero chocaba en una iglesia histórica como esta», añadió Muñoz. Así que los sacerdotes militares iniciaron planes hace una década para dotar al templo de un retablo acorde a su historia y estilo. La obra se ha hecho realidad después de reunir ahorros de la parroquia, donativos y parte del dinero que dejan en los cepillos los feligreses y los muchos turistas que la visitan los días que recalan cruceros. En ese tiempo, el Arzobispado Castrense y la Armada han dado su visto bueno.
El nuevo altar, «de estilo tardorrenacentista y protobarroco», según Muñoz, ha sido tallado y dorado por los talleres Arte Martínez, de la localidad alcarreña de Horche. La parroquia guarda con celo el montante de la inversión, «porque es una obra destinada a la gloria de Dios, a favorecer la piedad y para la propia ciudad de Cartagena».
Cinco imágenes
El retablo ha sido erigido en honor a la Virgen del Carmen, que ocupará el recuperado camarín, en la posición central. A ambos lados estarán las esculturas de San José, de Santo Domingo de Guzmán –en recuerdo de los dominicos–, de San Francisco –por la tradición de los dominicos con los franciscanos– y, probablemente, de San Isidoro, patrón del primitivo convento, o de San Juan Nepomuceno, patrón de la Infantería de Marina. En la parte baja destacan los escudos del Arzobispado Castrense y de la Orden de Predicadores. Sobre el camarín luce el escudo nacional. Las imágenes ocuparán sus hornacinas a lo largo del próximo año, que es cuando también finalizará la obra del retablo con un Calvario y el Padre Eterno en la parte más elevada.
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