La magia de las construcciones neolíticas acogen el arte del muleño Cristóbal Gabarrón en el corazón del Mediterráneo

Presentación de la propuesta artística ‘Ámbito’, del muleño Cristóbal Gabarrón, en Malta. / C.G.

El artista lleva a la isla de Gozo, en Malta, la quinta edición de su propuesta ‘Ámbito’, con la que está recorriendo el mundo

La magia de los templos megalíticos de Ġgantija, declarado de interés universal por la Unesco, hizo vibrar este domingo a los artistas y personalidades que asistieron a la nueva edición de ‘Ámbito’ que el creador Cristóbal Gabarrón (1945, Mula) desplegó en la isla maltesa de Gozo, en mitad del Mediterráneo.

El Parque Arqueológico de Ġgantija en las afueras de la ciudad de Xagħra se convirtió en un espacio de experimentación y reflexión sobre la salvaguarda, la preservación, la revitalización y la puesta en valor del patrimonio, arrojando luz sobre el vínculo creativo entre la cultura, el arte y la innovación con el patrimonio como fuerza dinámica y cohesionada que los une a todos.

El encuentro artístico se celebró de 11.00 a 14.30 horas frente al muro principal del impresionante complejo megalítico de Ġgantija, que fue erigido en tres etapas a lo largo de varios cientos de años (c.3600-3200 a.C.) por la comunidad de agricultores y pastores que habitaban la pequeña isla de Gozo en el centro del Mediterráneo. Los rituales de vida y los ciclos de las estaciones parecen haberse practicado dentro de estos recintos, mientras que los sofisticados logros arquitectónicos revelan que algo realmente excepcional estaba teniendo lugar en las islas maltesas hace más de cinco mil años.

Allí, bajo el flamante sol mediterráneo, Gabarrón reunió en torno suyo a nueve artistas, la mayoría malteses y exponentes de distintas disciplinas artísticas, con la mirada puesta de poner en valor la importancia del patrimonio histórico-artístico, que más que nunca necesita la atención de nuestra sociedad y que es fundamental para entender de dónde venimos y a dónde vamos.

La obra fue bautizada con el nombre de ‘Paisajes. Huellas y tiempos’. «Paisajes, por los múltiples escenarios que se pueden contemplar desde este especial punto geográfico. Huellas, aquellas que ha dejado el hombre, en este caso desde hace más de cinco mil años. Tiempos, por el respeto del tiempo, primero el de la madre naturaleza, después el de las personas que erigieron estas maravillosas construcciones, y ahora el nuestro, el contemporáneo al que nosotros disfrutamos y con el que nos comparamos. Todo ha funcionado bien, los artistas han interactuado, descubro paisajes nuevos y me doy cuenta de que necesito tiempo, mucho tiempo, mi mente necesita tiempo para procesar, para pensar y mantener la mente muy abierta», decía Gabarrón al finalizar su obra.

El encuentro artístico, organizado por Heritage Malta, Spazju Kreattiv y la Fundación Gabarrón, comenzó a partir de unas palabras de Russell Muscat, director general de relaciones internacionales de Heritage Malta, la principal entidad pública responsable del patrimonio nacional en Malta: «Ġgantija ocupa un lugar especial en la memoria colectiva de mucha gente y tiene diferentes significados para todos los que de una forma u otra pasaron o entraron en contacto con este espacio…. Es una joya arquitectónica y un testimonio de sofisticación, especialmente si se tiene en cuenta que se construyó hace más de 5.000 años. Las evidencias materiales encontradas en este sitio y en las áreas adyacentes son un testimonio de los habitantes y sus prácticas. Cuanto más estudiamos e investigamos a estas personas, más comprendemos lo cerca que estaban de nuestra vida cotidiana contemporánea. La necesidad de representar a los diferentes miembros de la comunidad y a sus animales», indicó.

A continuación, Gabarrón comenzó a esbozar sus primeros trazos en verdes, a la vez que el poeta y escritor Francesco Grech leía un poema inédito, compuesto a partir de este domingo, con todo lo sentido que necesitaba comunicar al resto de artistas y asistentes, una parte en maltés y otra en inglés, que hablaba de la belleza de estos paisajes, a la vez de su necesidad de saber qué pasó en Ġgantija, qué querían transmitirnos estos ancestros suyos, pero sobre todo, pasó a un ensayo sobre la responsabilidad de las generaciones actuales, sobre qué le vamos a dejar a nuestra generación y a las venideras, hablando de esa huella tan importante y enigmática.

Seguía la música improvisada del creador electrónico Charlon Calleja, que dialogaba armónicamente con el monumento y con Gabarrón, que continuaba plasmando en ese lienzo de 3 x 9 metros la planta arquitectónica de los templos, hasta que el violinista Pierre Louis Attard de la Gozo Visual and Performing Arts School, planteaba su sofisticado y hermoso discurso contemporáneo.

Una gran sorpresa para el público asistente fue cuando, de repente, la vanguardista danza de Julia Lundberg conquistó los espacios del lienzo planteando una propuesta rupturista, a través de 5 piedras que movía, envolvía con su cuerpo y llevaba de un extremo al otro del escenario integrado en el paisaje del parque arqueológico.

No podía faltar una actuación performática de Jonathan Orchard, que vestido de arlequín y maquillado como un personaje ancestral cantó, bailó y expresó magistralmente «sus temores sobre la ligereza de una parte de nuestra sociedad, que no sabía bien a dónde nos iba a llevar», tal y comentaba el escritor Albert Marshall del Arts Council Malta.

La danza contemporánea de Maribel Bajada representaba a seres mágicos como hadas y deidades que eran los protagonistas de las ceremonias desarrolladas durante miles de años en Ġgantija. Todo ello fue recogido por las cámaras del lituano Karolis Vitonis y del español Jordi Serqueda.

Esta quinta edición de Ámbito, desarrollado en la ciudad de Xagħra en la isla de Gozo, fue comisariada por Rupert Cefai, presidente de Fondazzjoni Kreattività, que manifestó su satisfacción y alegría «por el potente momentum acontecido, por el diálogo entre todos los artistas participantes y por la creación pura y libre en un marco natural de enorme riqueza histórico-artística».