La ceremonia del combinado

La ceremonia del combinado

Los participantes del taller siguen el proceso. / Javier Carrión / AGM

Región de Murcia Gastronómica 2022

El barman Martín Rivero guió a los asistentes en la preparación de dos cóctails burbujeantes a base de tónica Schweppes

Natalia Benito

Antes de que Me & The Reptiles pusieran musicalidad a la tarde en la terraza de Región de Murcia Gastronómica, se encargaron de la melodía los participantes del taller ‘Schweppes selection botanic’, explora tus sentidos. Por un momento consiguieron un sonido casi celestial, cuando todos juntos comenzaron a hacer chocar los hielos agitándolos dentro del vaso, en el sentido de las agujas del reloj. Este fue el primer paso de «la ceremonia», como definió Martín Rivero, embajador de marca de Schweppes en Murcia y Alicante y formador de La Tienda del Barman y encargado de impartir este taller, al proceso de preparación de combinados.

«Que el cobre aguanta mejor el frío» o que «hay que echar la tónica con cuchara», como explica Lourdes, fueron algunas de las curiosidades que se aprendieron en el curso. La participante, jienense residiendo en Alicante, aprovechó esta visita a Región de Murcia Gastronómica para apuntarse al curso, «por hacer cosas nuevas».

El barman comenzó la ponencia haciendo referencia a la historia y recordando al «señor Schweppes». No es otro que Johann Jacob Schweppe, un joyero y empresario alemán apasionado de la farmacia y los experimentos científicos que logró por primera vez en la historia, en 1783, desarrollar un método para carbonatar el agua. Y gracias a él existe la tónica.

Tras la pequeña lección, algunos detalles sobre la composición de la bebida, que siempre lleva cuatro elementos esenciales: «Agua, gas, azúcar y quinina». Además, es conveniente saber que «la tónica debe estar entre 4 y 6 grados», que «no es recomendable utilizar zumos» y que «demasiado contacto con el metal puede hacer perder las burbujas a la hora de elaborar el cóctel».

Cada asistente preparó, según su elección, un ron mule o una nueva versión del cóctel paloma, en el que el tequila de la receta original se cambió por la ginebra.

Ritual medido

«¡Todos de pie, como los ‘barmans’!», pidió el coctelero a los aprendices, en un intento de hacerlos sentir auténticos profesionales. Y es que el rito de la preparación no es para menos. Para empezar, cada combinado tiene sus vaso: de cristal para el protagonizado por ginebra y una «taza», como la llamó Rivero, de color bronce para el ron, que recuerda a la vasija romana.

El hielo también tiene su medida: 3/4 de vaso, ni más ni menos, lo que conseguirá un equilibrio perfecto. Y su misterio, «giros cortos». Con las bases de la receta establecidas, el ritual avanza poco a poco, los barman a la vez que los aprendices y, antes de que se den cuenta, ¡cóctel preparado!

Asistentes estupefactos saborearon lo que ha sido su obra de arte, un elixir para afrontar la primera jornada de Región de Murcia Gastronómica y un pequeño taller con el que se les abre un gran mundo de posibilidades a explorar, más allá de los clásicos. Porque un gin-tonic está bien pero siempre es buena ocasión para deleitar al paladar con nuevas y divertidas propuestas.

Y las alegrías no fueron solo esas pues, una vez finalizado el taller, los participantes se llevaron a casa como obsequio una gran caja con todos los utensilios necesarios para preparar un cóctel al detalle, con medidor, colador y cuchara, así como una selección de tónicas de la marca Schweppes con variedad de sabores. La bebida tradicional comparte espacio con su versión ‘cero’ y otras composiciones a base de hibuscus y ginger ale, entre otros. Además, se presentó un nuevo refresco, ‘Selection pomelo & baya de Nepal’: «La baya de Nepal crece en las alturas y es complicada de conseguir, además lleva una pimienta que tiene aroma cítrico que acompaña muy bien», indicó Rivero. Un viaje a través del mundo burbujeante de la tónica en un pispás.

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