La Calle de las Tapas, a rebosar en la segunda jornada: «En cuanto se repita, vuelvo»

No había manos libres durante la jornada del sábado en la Calle de las Tapas. Copas de vino, cerveza y vermú y platos de ibéricos y tapas danzaban en las manos de los visitantes de Región de Murcia Gastronómica desde las primeras horas de la comida. Se contaban por centenas, porque tampoco había mesas libres. El pabellón anexo al Auditorio Víctor Villegas se llenó hasta la bandera para saborear la mejor gastronomía local, recuperando el esplendor que el evento había vivido en los años previos a la pandemia.

Las ollas de fabada y los platos gigantes de queso con tomate eran algunas de las recetas que entraban llenas y salían vacías del recinto. Sin embargo, los verdaderos ganadores de este sábado fueron los ibéricos, las marineras y, sobre todo, los platos de pulpo. En los alrededores del estand A Pulpo no cabía un alfiler y en todo el recinto se repetían platos del producto, porque nadie quería perderse el manjar gallego. José Ángel daba fe de ello, pues vino con unos amigos de Galicia, cuyo criterio era sagrado: «Parece que les ha gustado, porque se han tomado dos platos», confesaba.

Los estands y mesas altas estaban llenos de comensales de todas las edades -hasta costaba encontrar un hueco libre-. Los que habían conseguido acomodarse no dudaban en sacar su móvil y disparar un selfi para inmortalizar el recuerdo. Hubo parejas, grupos de amigos y familias completas con niños. Algunos pequeños acompañaban a sus padres o abuelos y disfrutaban de los mismos platos, aunque otros se quedaron en la ludoteca, que también ofrecía menú especial y juegos para los niños. Isabel optó por la segunda opción: acompañada por su marido y sus hijas, trajo a sus padres por primera vez. Para ella es «un buen plan que brinda nuestra ciudad, y no hay que desaprovecharlo». Su madre, la novata, aseguraba que estaban «en la gloria, porque la organización es perfecta. Aunque hay mucha gente, sirven muy pronto».

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ros caval / agm

También parecía estar disfrutando José María, un joven que venía con su madre y una amiga de la familia. «Nada más llegar hemos cogido una mesa, una cerveza, jamón y una marinera», explicaba con ganas de seguir disfrutando del «buen ambiente, buena gente y buena comida». Los tres se habían decidido por acudir a Región de Murcia Gastronómica porque querían salir a comer y «en vez de ir al centro, venimos aquí, que es diferente». Algo que pensaban Mercedes, Pedro, Manolo y Delfi, dos parejas de amigos que ya son unos habituales en la Calle de las Tapas. Destacaban especialmente el hecho de encontrar tantas alternativas concentradas en el recinto, por lo que no dudan en recomendarlo a sus conocidos: «Nosotros venimos hoy y mañana; el viernes no, porque trabajábamos, si no también». Como verdaderos enamorados del evento, ríen confesando que prefieren que no asista demasiada gente, «porque luego esto se pone hasta arriba». Pero lo tienen claro: «Dónde mejor estar en Murcia que aquí».

Para José Carlos, un padre que venía con su familia, la clave del éxito es que se trata de un espacio pequeño con toda la gastronomía de la Región: «Hay arroces, verduras, vinos, cerveza… son sabores murcianos y merece la pena», asegura, destacando la buena relación calidad-precio. «Me parece muy atractivo poner en valor los productos locales y la oferta de turismo», explicaba creyendo que es una gran oportunidad «para hacer que venga gente de fuera».

Los de fuera de la Región tampoco han querido perderse el congreso culinario. Desde Alicante y Elche llegaban varios comensales que aseguraban haberse llevado una «grata sorpresa» con la ciudad de Murcia y el evento: «Estamos comiendo fenomenal, buena cerveza y a buenos precios», recomendaban. Los vecinos no dudaban en destacar sus tapas favoritas, y es que al final siempre termina triunfando lo clásico: «El jamón y la típica marinera». Además de la Calle de las Tapas, también vienen a disfrutar del resto de actividades del programa. «Hemos venido a la cata de Estrella de Levante, que nos encanta, pero ya de paso nos quedamos a comer», afirmaban con una cerveza en la mano.

Viejas y nuevas amistades

La buena comida, bebida y el ambiente son los grandes protagonistas, pero entre los pasillos repletos de tapas también hay espacio para los encuentros. No fueron pocos los saludos entre viejos conocidos, que se volvían a ver después de mucho tiempo. Es el caso de la joven Cristina, cuya sorpresa no fue pequeña cuando se encontró a su lado, mientras pedía una cerveza en la barra de Estrella de Levante, a su primer novio del colegio, una de esas relaciones de niños de las que se guarda tan bonito reencuentro: «La reacción ha sido la de ‘yo te conozco de algo’», reía.

Unas, como la de Cristina, son amistades pasadas, pero otras, como la de Fuensanta, son relaciones que nacen entre los estands de Región de Murcia Gastronómica. Este sábado vino por primera vez al evento porque la trajo Paco, un amigo que había hecho en Badoo y al que había conocido en persona ese mismo día, con una primera cita en la Calle de las Tapas. «Me lo estoy pasando genial, como en los tiempos de antes de la pandemia», aseguraba con un vino en la mano. Lo que salga de esa nueva amistad todavía está en el aire, pero lo que Fuensanta asegura es que «repetiría el año que viene y, si se hace dentro de seis meses, también».