Cuarta derrota en seis partidos del Cebé, muy atascado al final

El Cebé Cartagena tiene mucho que remar para jugar la fase de ascenso a LEB Oro esta temporada. Al equipo de Gustavo Aranzana se le escapó este domingo una buena oportunidad para agarrarse a las ocho primeras posiciones de la clasificación, al resbalar en el tramo final del partido contra un eficaz Ibiza (60-64). Es la cuarta derrota en seis partidos para los de Gustavo Aranzana, que deben madurar rápido si quieren soñar con algo más que la permanencia.

Es este Cebé un equipo que plantea partidos de baja anotación, a diferencia del desbordante de la temporada pasada. Con oficio, sacrificio y una actuación estelar de Pau Tendero (31 puntos), los albinegros llegaron a la cita ante el Ibiza con el buen sabor de boca del triunfo en Alginet (60-65). Esta versión afloja la capacidad ofensiva de grandes plantillas, pero no da para ganar en los minutos finales. Desajustes y poca puntería en el último cuarto ya fueron una condena contra el Menorca (62-73).

Y volvieron a ser una losa diferencial este domingo, cuando se contuvo al Ibiza pero se le permitió un regalo en el último parpadeo. A falta de un minuto, los visitantes agotaron su posesión con un marcador en contra de 58-60. Pero el gigante Mendiola se durmió y Da Silva cazó un rebote clave que precedió al triple salvador de Pau Carreño, para poner mucha tierra de por medio (58-63). Nunca sabremos qué hubiera pasado sin ese desajuste.

Jordi Grimau, siempre atento

Al Ibiza no hay concederle migajas. Las absorbió cual aspirador Da Silva. El brasileño, de 2,14 metros, fue el MVP del encuentro con 16 puntos y 7 rebotes. La mitad de la anotación se la apuntó en su 100% de fiabilidad en tiros libres (8 de 8), en la misma línea de un equipo (13 de 14) que llama a la puerta de la LEB Oro. En todos los momentos de emergencia salieron los triples de Jonats y la clase de Jordi Grimau. Camino de los 40 años da lecciones tras una larga etapa en ACB con TAU Cerámica, Manresa, UCAM y Estudiantes, entre otros.

Ese aviso de emergencia le saltó al Ibiza para activarse en el momento adecuado. No así al Cebé, fallón en las canastas más decisivas. Sí hubo dos sin tres para Víctor Aguilar, que en un momento goloso pudo hacer tres triples seguidos que hubieran sido oro. Un rebote del base canario y un tapón de Garuba hicieron soñar con la victoria (56-53). Todo se torció en un parcial de 4-11 en los instantes finales, donde el Ibiza sacó la muñeca y al Cebé no le acompañó nada. Ni los desajustes ni la finura de un Powell que progresa (13 puntos) pero erró un lanzamiento de dos en otro momento clave.

Promedio bajo de 60 puntos

La mañana empezó bastante enderezada con un favorable 23-14 en el primer parcial. Un más 9 de ventaja que se torció en el mejorable segundo parcial (8-14), suficiente para dar hilo al Ibiza. Los locales se esforzaron en frenar la capacidad ofensiva ibicenca hasta llevarlo todo a los últimos pestañeos del cuarto asalto. Es la línea de los de Aranzana, aún incapaces de romper la media de 60 puntos por partido. Pocas veces da, de momento, para sumar victorias.