La justicia británica reconoce la inmunidad de Juan Carlos I en la demanda de Corinna

El tribunal de Londres que estudia la demanda planteada por Corinna Larsen contra Juan Carlos I por acoso ha resuelto en favor del emérito y ha reconocido su inmunidad para ser juzgado en el Reino Unido. «La conducta previa a la abdicación alegada es inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país», considera el tribunal. El fallo, desvelado por la agencia Reuters, tiene su origen en la sesión que se celebró el pasado 8 de noviembre y en la que la defensa pedía la exoneración de Juan Carlos I por los cargos ocurridos entre abril del 2012 y junio del 2014, cuando aún era jefe de Estado.

Los abogados del rey emérito presentaron sus argumentos contra un dictamen anterior del Tribunal Superior de Londres que negaba la inmunidad por considerar que los presuntos acosos se produjeron en el ámbito privado, dado que Juan Carlos I tiene ahora solamente un título honorífico.

Los defensores de Larsen intervinieron en la segunda parte de la vista y alegaron que Juan Carlos I solo estaría protegido por la «inmunidad» en el caso de que sus actos tuvieran un interés «oficial», mientras que los hechos denunciados por su clienta tienen «no fueron parte de una operación de Estado sino de una campaña encubierta y personal».

El procedimiento judicial se remonta a 2020, cuando Corinna Larsen interpuso una demanda contra el Rey Emérito en el que le acusaba de haber puesto en marcha una operación de acoso y espionaje que comenzó, según su relato, en 2012. La examante del monarca sostiene en su demanda que los Servicios Secretos españoles desplegaron un operativo con el objetivo de que devolviera a Don Juan Carlos los 65 millones que le había transferido procedentes de sus cuentas ocultas en Suiza. Asimismo, arguye que el CNI puso en marcha una operación de espionaje en la que llegó a ser amenazada y que perseguía intervenirle la documentación en su poder sobre las sociedades offshore de Don Juan Carlos.

Los abogados de Larsen han llegado a exponer que el Rey Emérito «trató de usarla y controlarla para que aceptara sumas sustanciales de dinero que no declaraba a las autoridades españolas para luego permitirle tener un acceso oculto al dinero». Inicialmente Larsen aludió a que Don Juan Carlos le transfirió esos fondos «por amor», pero en el transcurso del procedimiento ante la Justicia británica ha añadido que ahora ha descubierto que la maniobra perseguía «motivos más siniestros».