Las historias más surrealistas de una dependienta de una juguetería con padres e hijos

Las historias más surrealistas de una dependienta de una juguetería con padres e hijos

Unos niños juegan con piezas de construcción. / FOTOLIA

Una usuaria ha compartido en Twitter seis situaciones que ha vivido detrás del mostrador tratando con niños y sus progenitores

Mónica Millán Valera

No a todo el mundo se le da bien o le gusta
tratar con niños. Y es que los pequeños cuentan con una energía inagotable. Seguirles el ritmo no es fácil, ya que se encuentran en una etapa crucial para descubrir cosas nuevas, aprender y jugar. Su alma exploradora, totalmente normal para su edad, crea momentos incómodos y situaciones embarazosas. Sin embargo, como ha contado una dependienta que trabajó en una juguetería, muchas veces son los propios padres los que mantienen una actitud lamentable ante el mal comportamiento de sus hijos.

La usuaria @nefer_trix ha utilizado su perfil en Twitter para narrar algunos de los momentos más surrealistas que ha vivido detrás del mostrador protagonizados por
niños y sus progenitores, o lo que ella ha llamado como «padres desahogados». Desde su experiencia, los adultos son los que han mostrado una peor conducta y sus descendientes han plasmado lo aprendido.

La dependienta cuenta cómo en una ocasión unos padres dejaron a su hija viendo Frozen en una pantalla de televisión del establecimiento con la siguiente indicación: «Ahí te dejo la niña viendo la televisión, si pasa algo estamos en el 100 montaditos». Sorprendida, le respondió que esto «era una tienda no una guardería». Y es que algunos de ellos se escudan en el extendido lema «los clientes siempre llevan la razón» para justificar su comportamiento. En otra ocasión, advirtió en tono amable a la madre de un niño que comenzó a darle vueltas a un expositor giratorio de collares y abalorios. «Bueno si se rompe algo no pienso pagarlo, tendréis un seguro ¿no?», contestó.

Otra de las sorprendentes historias que vivió la usuaria como dependienta fue cuando dos niños solos en la tienda abrieron un bote de bolitas de Airsoft y dejaron «perdida media tienda». Ante el aviso de que llamarían a sus padres, uno de los niños, como si del protagonista de ‘Este chico es un demonio’ se tratara, dijo: «cómeme los huevos».

Y la respuesta de su madre fue la siguiente: «¿Qué quieres que haga». Pero esto no quedó aquí porque la empleada le advirtió de que o venía para ver «cómo arreglar el estropicio» o tendría que llamar a la Policía «por dos mejores abandonados». Y aunque la madre se presentó en la juguetería, lo hizo para «regañar» a la dependienta y afirmar que solo eran «cosas de niños».

Enlace de origen : Las historias más surrealistas de una dependienta de una juguetería con padres e hijos