Las lágrimas de Cristiano que marcan el fin de una era

Marruecos dio una de las campanadas en lo que va de Mundial de Qatar después de dejar a la otra selección ibérica que quedaba, Portugal. Con un solitario gol fue suficiente para dejar fuera a los de Fernando Santos, cuyo futuro no está nada claro después de este duro batacazo y que ha sido protagonista por su enfrentamiento directo con el que ha sido el líder y capitán del equipo hasta ahora.

Y es que Cristiano Ronaldo no volverá a una cita mundialista. El delantero portugués salió como suplente, pero no pudo hacer buena la épica y se quedó sin marcar para al menos empatar el partido y forzar una prórroga donde podría haber pasado cualquier cosa.

La imagen del mejor jugador de la historia de Portugal (con permiso de Eusebio) marchándose llorando a lágrima viva por el túnel de vestuarios da buena muestra del dolor que siente por una carrera que va en barrena.

La despedida de Cristiano Ronaldo de Qatar es también el fin de una época para Portugal, obligada a partir de ahora a una renovación generacional en la que los Joao Félix o Gonçalo Ramos, uno de los grandes descubrimientos de este Mundial, deberán dar un paso adelante.

Cristiano se va con siete goles en los Mundiales, a uno de los ocho de Eusebio, y con la sensación de que en su última participación en un torneo de selecciones de este nivel ha sido más bien gris. Su suplencia en los dos últimos partidos del combinado luso es todo un síntoma de una carrera que poco a poco, y muy en contra de sus intenciones, va llegando a su recta final.