Fallece a los 87 años el maestro belenista de Murcia Juan Antonio Griñán

Juan Antonio Griñán. / Alfondo Durán

El artesano murciano, que recibió la medalla al Mérito Civil de manos del Rey Felipe VI, será despedido este miércoles en la iglesia del Rosario de Puente Tocinos

Con él se marcha una parte de la tradición belenística de Murcia. A los 87 años de edad y casi a las puertas de la Navidad, fallecía este martes Juan Antonio Griñan, historia viva del arte del nacimiento en el municipio y más allá de sus confines. «Uno de sus últimos deseos, que compartió en la reciente recogida de un premio en Gandía, era el de marcharse, cuando aquello tuviera que ocurrir, en un periodo tan entrañable como este, que tanto le dio en vida», explicaba a LA VERDAD su hijo José Griñán, depositario ahora de esta tradición familiar.

De hecho, este ilustre artesano de Puente Tocinos nunca llegó a retirarse de una profesión que para él siempre fue pasión. Finalmente, ha sido un desgraciado accidente, justo cuando participaba el pasado domingo en la muestra de artesanía de Alfonso X, el que ha ocasionado la pérdida de esta destacada figura de la artesanía regional. «Un leve desvanecimiento le provocó una caída y un golpe en la cabeza del que al final no ha podido reponerse, para fallecer este lunes», explicaba José Griñán, agradecido por las enormes muestras de cariño que ha recibido la familia durante estos días. «Nos han llegado del alcalde de Murcia y del presidente de la Comunidad, pero también de instancias nacionales; estamos abrumado», añadía.

Hay que recordar que Grinán recibió la medalla al Mérito Civil en 2019 de manos del Rey Felipe VI. De sus manos han salido montajes instalados en diversas partes del mundo y ha sido artesano habitual de los nacimientos instalados en el Palacio Espiscopal del Murcia. Tras ser velado en el tanatorio de Atalayas, será despedido este miércoles con una misa funeral en la iglesia del Rosario de Puente Tocinos, a las 11 horas.

Una tradición que languidece

Juan Antonio Griñán siempre tuvo una voz crítica dentro del belenismo murciano y LA VERDAD recogió en más de una ocasión su desconsuelo por la pérdida de un oficio tan antiguo en la huerta, y también la desunión del gremio para potenciar la marca. Por los belenes es conocida la artesanía murciana en todo el mundo, y, como contaba Griñán en 2015 a la periodista Mari Carmen Ramírez, «me daría mucha pena que se perdiera la marca Griñán«, lamentaba entonces Juan Antonio.

«El belén murciano se muere», se quejaba Ramírez en el reportaje
‘El ocaso del belén murciano’, «si nadie lo remedia, y una marca que ha sido conocida en toda España languidece, víctima de la desunión, las envidias y la desconfianza. Los artesanos, conscientes del problema, se saben culpables. Pero también echan de menos que las administraciones no les hayan tomado en serio y no hayan visto en ellos un sector capaz de crear empleo y de sacar el nombre de Murcia por todo el mundo».

En el año 2001, LA VERDAD publicó el reportaje ‘Cuando el barro se hace arte’, en el que Juan Antonio Griñán enseñó antes de jubilarse cómo se modelan figuras de belén en el Museo de la Ciudad. Entonces, Juan Manuel Griñán contó que aprendió todos los secretos del belenismo murciano junto a su padre y su tío. «Él es uno de los continuadores de la saga y ha vertido duras críticas contra la Administración. Considera que la artesanía belenística no está bien protegida, ni se cumplen las normativas», según recogió De la Vieja: «A modo de ejemplo argumenta que se considera artesano murciano, e incluso se le premia como tal, a un señor que tiene sus talleres en zonas tan remotas como Taiwán, donde se trabaja con resinas en vez de con barro. También censura que no se cumpla la ley de 1988, en la que se recoge que los chavales que sufren fracaso escolar pueden disfrutar de unas becas para iniciarse en la artesanía del barro. Eso sí, le queda el orgullo de saber que sus vástagos han sabido recoger el testigo y afianzar una tradición de fuerte raigambre murciana. Por ello, si bien desaparece uno de los talleres que más han contribuido a la consolidación de la belenística regional durante los últimos cuarenta años, su maestría ha encontrado a sus mejores continuadores».