Fallece el entrenador y exjugador Sinisa Mihajlovic

El fútbol se tiñe de luto con el fallecimiento a los 53 años del entrenador y exjugador serbio Sinisa Mihajlovic, uno de los mejores lanzadores de faltas que se recuerdan durante su etapa como jugador. El que fuera hasta el pasado mes de septiembre entrenador del Bolonia ha muerto víctima de la leucemia que padecía desde hace unos años.

Nacido en 1969 en la actual ciudad croata de Vukovar, entonces Yugoslavia, e hijo de un matrimonio mixto formado por Bogdan, un camionero serbio de Bosnia, y Viktorija, trabajadora croata de la industria del calzado, Mihajlovic comenzó jugando en los equipos del Borovo y la Vojvodina. Saltó a la fama apenas superada la veintena, durante su etapa en el Estrella Roja de Belgrado (1990-92), con el que conquistó en 1991 la Copa de Europa junto a futbolistas como Robert Prosinecki, Dejan Savicevic o Darko Pancev.

Miembro de aquella generación dorada del fútbol yugoslavo que eclosionó justo cuando el país entraba en su desintegración definitiva, con las terribles guerras de la antigüa Yugoslavia (1991-95), el conflicto marcó su carrera, que a partir de 1992 y hasta 2006, el año de su retiro, discurrió íntegramente en el ‘calcio’ italiano, donde pasó por las filas de la Roma (1992-94), Sampdoria (1994-98), Lazio (1998-2004) e Inter de Milán (2004-06).

El golpeo de faltas fue la especialidad de Mihajlovic. /

AP

En Italia, la meca del fútbol en la década de los noventa e inicio del siglo XXI, su juego fue evolucionando desde las funciones iniciales de centrocampista ofensivo o extremo hasta las posiciones de lateral y principalmente defensa central. Siguió labrando un palmarés de auténtico lujo, con dos títulos de la Serie A, cuatro trofeos de la Coppa Italia y una Recopa de Europa y una Supercopa de Europa con aquella Lazio de finales de los noventa que rompió el mercado y vivió su etapa dorada de la mano del técnico sueco Sven-Göran Eriksson.

Un golpeo de época

Dueño de uno de los mejores golpeos de la historia del fútbol, a través de su pierna zurda combinaba la potencia en el disparo con la variabilidad de los lanzamientos. A lo largo de su carrera logró incluso tres goles de falta en el mismo partido, en un duelo disputado con la Lazio ante la Sampdoria en el Olímpico de la capital transalpina en diciembre de 1998.

Pese a su origen mixto, Mihajlovic vivió marcado por los horrores de la guerra desde que su casa de la infancia fue destruida por las fuerzas croatas. Eligió la selección de la RF Yugoslavia, posteriormente Serbia y Montenegro y actualmente Serbia. Con el combinado ‘plavi’ disputó el Mundial de Francia en 1998, con gol de falta ante Irán incluido, y la Eurocopa del año 2000.

Ya como entrenador, su carrera en los banquillos también tuvo un claro color italiano. Comenzó como ayudante en el Inter tras colgar las botas, y posteriormente dirigió como técnico principal al Bolonia, el Catania, la Fiorentina, la selección de Serbia, la Sampdoria, el Milan, el Torino, el Sporting de Portugal y finalmente de nuevo el Bolonia, donde fue destituido el pasado mes de septiembre debido a un mal inicio de temporada.

Tras recibir el diagnóstico de leucemia en julio de 2019, el 29 de octubre de ese mismo año recibió un trasplante de médula ósea en el hospital Sant’Orsola de Bolonia y pese a la enfermedad continuó ejerciendo la función de entrenador del conjunto italiano, su última contribución al fútbol, que está de luto por su prematuro adiós.