Un menor que coincidió con el entrenador detenido: «Estoy cansado de Miguel. Al final le voy a romper los dientes»

Un menor que coincidió con el entrenador detenido: «Estoy cansado de Miguel. Al final le voy a romper los dientes»

Ficha del entrenador detenido.

El joven relató a su padre el acoso que sufrió por parte del monitor

Raúl Hernández

Miguel V., el
entrenador de fútbol base del EDMF Churra, que fue detenido a principios de este mes por presuntas agresiones sexuales a cinco menores, se inició como preparador de fútbol hace al menos un lustro, y desde el inicio su trayectoria estuvo orientada a acercarse a los niños de una manera que «no resultaba normal». Eso es al menos lo que opina el padre de un joven que hace cinco años coincidió con el preparador en un club de Murcia –cuyo nombre no se revelará para preservar la identidad del menor–. El hombre asegura que su hijo sufrió acoso por parte del monitor cuando jugaba en un equipo de categoría infantil.

Cuando Miguel llegó a ese club hace cinco años, no tenía título de entrenador. Acudía a las instalaciones y ayudaba de manera altruista, sustituyendo a técnicos y ayudando en la preparación física de los futbolistas, «era un chico para todo», indica. Realizando esas funciones de colaborador, se ganaba la confianza de los chavales y así, poco a poco, conseguía sus números de teléfono. En el caso de este joven, comenzaron los mensajes de acoso a través del móvil. «Su principal objetivo era convencer a mi hijo para quedar con él a solas, para ‘prepararlo físicamente’, ‘ponerlo en forma’, que lo iba a ‘poner duro’, como él le escribía».

«Su objetivo era quedarse con él a solas, para ‘prepararlo físicamente’, que lo iba a ‘poner duro’, como él le escribía»

Le escribía por privado en Instagram, a través de WhatsApp y le mandaba audios. Eran mensajes diarios durante meses en los que utilizaba los dobles sentidos que su hijo, que tenía 13 años en aquel momento, no lograba entender bien, pero le agobiaban y le hacían sentir mal, hasta que un día explotó. «Estábamos comiendo en un bar y no paraba de recibir mensajes al móvil. Nos miró y nos dijo a mi mujer y a mí: ‘Estoy cansado de Miguel. Al final verás, lo voy a coger, voy a quedar con él y le voy a romper los dientes, porque esto no es normal’. Esto lo dijo un niño de 13 años». Ante tal afirmación, el padre le preguntó que por qué decía eso. El menor le respondió que no paraba de escribirle para quedar con él. En ese momento, sus padres vieron todos los mensajes que recibía en el teléfono y «era tremendo». El padre del joven asegura que no denunció porque con su hijo no llegó a haber contacto físico, «ya que intervenimos a tiempo mi mujer y yo», pero añade que lo puso en conocimiento del club y a la Policía Nacional le facilitó todos los mensajes de acoso que recibió su hijo.

El padre del jugador asegura que sabe que se le llegó a investigar, pero el asunto se quedó ahí, «porque no había llegado a pasar nada concreto ni físico». Había unos audios, unos mensajes «y nada más», pero eso fue así «porque nos dimos cuenta de lo que pasaba a tiempo. Si hubiese continuado, no sé hasta dónde habría llegado».

El hombre afirma que no denunció porque con su hijo no hubo contacto físico, «pero lo comuniqué al club y a la Policía»

Para detener el supuesto acoso del colaborador del club hacia su hijo, el padre del joven asegura que sintió el impulso de ir a hablar con él para aclararle las cosas, «pero preferí dejarlo en manos de mi mujer, porque no sabía cómo iba a terminar mi encuentro con este chico, que en aquella época tenía 24 años. Mi mujer le llamó y le advirtió que si volvía a escribir o acercarse a mi hijo, que se preparase, que la iba a tener con nosotros y desde ese momento dejó de comunicarse con él».

«Conducta inadecuada»

El niño abandonó el club esa temporada, y tiempo después se enteró de que había sido expulsado del Plus Ultra, club de fútbol de la pedanía murciana de Llano de Brujas, por «conducta inadecuada». «Al igual que con mi hijo, lo intentaría con otros chavales». El hombre reconoce que sabía que tarde o temprano podía ocurrir lo que finalmente ha pasado, «porque hace cinco años ya iba con esas malas intenciones hacia los chavales».

El padre del joven recuerda que Miguel transmitía ingenuidad y tenía un aspecto inofensivo, algo que a su parecer le hacía más peligroso. «Es un tipo de persona a la que no ves venir, que camufla sus intenciones tras la afabilidad, en la buena voluntad con la que en apariencia actúa, pero luego te sorprende por lo que puede llegar a esconder y lo que puede ser capaz de hacer», concluye el padre del joven.

El EDMF Churra dice que informó a la Policía al día siguiente de conocer el caso

La Escuela Deportiva Municipal de Fútbol Churra emitió un comunicado en relación con la detención del entrenador detenido por supuestas agresiones sexuales a menores. En la nota, el club lamenta y condena los hechos. Asimismo, asegura que al día siguiente de ser conocedores del incumplimiento del régimen de conducta interna del club, «que prohíbe a cualquier monitor quedar fuera de las instalaciones del recinto deportivo con cualquier jugador, expulsamos a dicho monitor y pusimos en conocimiento de la Policía Nacional el caso por si era susceptible de una investigación».

El comunicado señala que desde el club se colaboró activamente con la Policía e «informamos a la Federación de Fútbol de la Región para que impidiera poder volver a entrenar a este monitor en cualquier club».

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