El principal indicador de pobreza energética aumenta un 8% en la Región

Cada vez más personas se ven incapaces de mantener sus viviendas a una temperatura adecuada en invierno porque no pueden afrontar el recibo de la luz, instalar calefacción o bien acometer obras de aislamiento en sus casas. El principal indicador que mide la pobreza energética aumentó en la Región de Murcia en 2021 un 8% con respecto a 2020, según el
informe difundido ayer por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Esta lacra alcanzó el año pasado al 21,4% de la población en la Comunidad, solo por debajo en España de la ciudad autónoma de Ceuta, con el 33,3%. Por detrás de Murcia están Melilla, Andalucía, Extremadura y Canarias. Este índice estaba en la Región en un 13,4% en 2020, en un 5,1% en 2019 y en un 13% en 2018.

«El hecho de que la percepción de temperatura inadecuada sea mayor puede tener que ver con factores sociodemográficos como la distribución de la población por grupos de edad o ciclo de vida, además de aspectos más técnicos ligados a la eficiencia energética en la vivienda», advierte el Ministerio en la actualización de indicadores de la
Estrategia Nacional Contra la Pobreza Energética 2019-2024.

Otro indicador relevante de pobreza energética, el gasto desproporcionado, afecta al 16% de los hogares españoles y la Región de Murcia presenta el tercer peor índice de España –con el 23,34%–, solo por debajo de Andalucía (24,49%) y Castilla-La Mancha (23,74%), y pese a que experimenta una ligera mejoría con respecto a 2020 (23,89%).

Sin embargo, en la Región empeora el tercer indicador, ya que sube el porcentaje de población que se retrasa en el pago de las facturas energéticas (del 10,5% al 12,4%). Este dato experimenta una leve mejoría en el conjunto de España (con una media del 9,5%, equivalente a 4,4 millones de personas).

Y en cuanto al cuarto indicador, el de pobreza energética escondida (se define como el porcentaje de los hogares cuyo gasto energético es inferior a la mitad de la media nacional), la Región presenta un discreto 12,16%, un porcentaje que prácticamente se mantiene desde 2018.

«Este indicador puede estar asociado a hogares que limitan sus necesidades energéticas por debajo de lo que sería deseable para mantener un nivel mínimo de confort», recuerda el Ministerio, «si bien también puede obedecer a pautas de comportamiento más eficiente, así como a la disponibilidad de equipamiento con elevados estándares de eficiencia energética».

El Ministerio atribuye la mejoría global de tres de los cuatro indicadores de pobreza energética (en la media nacional solo empeora el relativo a la incapacidad de mantener el hogar con una temperatura adecuada en invierno) a «la eficacia de las medidas del escudo social y las medidas fiscales puestas en marcha por el Gobierno durante buena parte del año 2020 y que se han visto si cabe más reforzadas durante 2021».