El discurso de Felipe VI, sin una referencia al emérito y con la cumbre de la OTAN de fondo

Desde que Felipe VI accedió al trono ha elegido distintos escenarios para
pronunciar su mensaje navideño. De una sala de estar de la Zarzuela en 2014 pasó al año siguiente al Palacio Real. De vuelta a su residencia oficial, dos han sido los lugares escogidos: su despacho y el salón de audiencias. A este último, empleado desde 2017, regresó esta semana para grabar su discurso de Nochebuena, el más personal de los que pronuncia a lo largo del año. Vestido con traje azul marino, camisa celeste y corbata granate con rayas, el Rey llamó a «fortalecer las instituciones» desde la Constitución y por el interés general en pleno choque institucional a raíz de la decisión inédita adoptada el pasado lunes por el Tribunal Constitucional, unido a la situación difícil de justificar de bloqueo en las renovaciones de este órgano y del CGPJ.

Doce minutos y medio de intervención en las que en esta ocasión no hubo ni una sola referencia a Juan Carlos I, que vive desde agosto de 2020 en Abu Dabi, y en la que la Princesa de Asturias y la infanta Sofía volvieron a tener un papel relevante. En las imágenes que acompañaron al vídeo aparecía una foto de los Reyes con sus hijas durante la visita el pasado abril a los refugiados ucranianos en un centro de Pozuelo de Alarcón; de las dos jóvenes en Figueres o durante su asistencia en Londres al partido que enfrentó a la selección femenina de fútbol contra Dinamarca. En el último año, y pese a sus estudios en el extranjero, Leonor de Borbón ha intensificado su papel institucional protagonizando nuevos actos en solitario.

La otra imagen que el monarca quiso destacar es una fotografía de la cena de gala que los Reyes ofrecieron el pasado junio en el Palacio Real para agasajar a los jefes de Estado y de Gobierno que participaron en la Cumbre de la OTAN y a la que don Felipe se refirió en su discurso de Nochebuena.