Una calurosa Navidad llena el litoral de la Región de Murcia

«Está fresquita, lógicamente, pero si entras después de haber hecho deporte, se puede llevar». Son palabras de Patricia Llaguno, que fue campeona mundial de pádel, tras bañarse en el Mediterráneo en la mañana de este domingo, 25 de diciembre. Patricia, residente en Madrid, pasa la Navidad con su familia en La Manga, de donde es natural. Y no fue la única que se sumergió en el mar en calma. Sabina, una ciudadana alemana que está en España en estas fechas «en busca de tranquilidad», se chapuza «para que el agua fría cure una infección que tengo».

La Manga del Mar Menor y Cabo de Palos se llenaron de visitantes el día de Navidad, en el que nuevamente la Región de Murcia alcanzó los 25 grados. Una anomalía climática que debe ser motivo de preocupación para el conjunto de la sociedad, pero de la que se benefician, sobre todo, quienes viven del turismo. «Nuestra fortaleza es este de aquí arriba», afirma José Ángel Hernández, que regenta el restaurante Marea, en la zona de Las Sirenas de La Manga del Mar Menor, mientras señala al Sol radiante.

«Llenamos seguro»

«Hoy llenamos seguro. Tenemos muchas reservas, sobre todo de familias que se vienen a la playa a celebrar la tradicional comida de Navidad. De Cartagena, de Murcia y las que se vienen de Madrid a pasar las vacaciones en sus segundas residencias», comenta a mediodía de este domingo el hostelero, que no abrió el negocio en Nochebuena «pero si lo hubiera hecho, la cosa hubiera ido bien, pues hubo gente que, sin saber que cerrábamos, llamó para intentar reservar». En Nochevieja, el restaurante Marea sí que abrirá. «Y vamos a llenar fijo», vaticina este empresario.

Una familia que tenía pensado celebrar su comida de 25 de diciembre en la playa eran los Semero, originarios de Venezuela pero residentes en Cartagena desde hace varios años. Luiggi, el cabeza, comenta que por la noche cenaron todos juntos en su casa de la ciudad portuaria, donde Papá Noel dejó un regalo para la pequeña Salomé, pero a la mañana siguiente, «al ver el día espectacular que teníamos», cogieron el coche y se marcharon a la playa. Ellos no se bañaron, pero dieron un paseo por la arena.

Y aunque el viento soplaba con más fuerza que en La Manga, el paseo marítimo de Cabo de Palos estaba tan concurrido como en sus mejores días de verano. El restaurante Miramar, uno de los principales de la zona, tiene desde hace meses el cartel de completo para estos días de Navidad. Así lo confirma a LA VERDAD Jorge Martínez, uno de los tres hermanos que regentan el negocio. «Para este día, el interior lo tenemos completo desde octubre. La mayoría de mesas reservadas son de 30 personas, más o menos», declara el hostelero. La mayoría de comensales son familias cartageneras o veraneantes en Cabo de Palos que pasan las fiestas de Navidad en su segunda residencia. No obstante, el tradicional caldo con pelotas del 25 de diciembre no es el plato que más suelen pedir los clientes de Miramar. «Apuestan más por el pescado o por el arroz. Pero el personal del restaurante sí que va a comer el tradicional cocido de Pascua», confiesa Jorge Martínez.

El presidente de Hostecar, Juan José López, confirma el tirón que las altas temperaturas de este inusual invierno tiene sobre el sector turístico de la costa. La previsión es que los escasos hoteles de La Manga que se encuentran abiertos en Navidad tengan una ocupación del 80% durante este primer fin de semana navideño, al igual que los de Cartagena.

Por su parte, en los municipios del Mar Menor también se vio a mucha gente que aprovechó el día cálido y soleado para darse un paseo por la playa e incluso, los más atrevidos, darse un baño en la laguna salada. En este caso, el presidente de la patronal Hostetur, Luis Cabello, no se aventuraba este domingo a realizar una estimación de la ocupación hotelera.