Detienen a dos pilotos de un taxi-patera que trasladó a once inmigrantes hasta Calblanque

Varios inmigrantes esperan en la calle tras ser interceptados al bajar de la patera en la que viajaban. / AUGC

Los patrones trataron de regresar a las costas africanas, pero fueron interceptados por la patrullera de la Guardia Civil en un operativo de alto riesgo, durante el cual la embarcación realizó maniobras evasivas y llegó a embestir a los agentes

Las mafias que trafican con personas eligieron el día de Navidad para trasladar a once inmigrantes irregulares desde Argelia hasta las costas de la Región. Cerca de las 7.00 horas, más de un centenar de personas desembarcaron en una playa de Calblanque, en Cartagena. Entre ellos había cuatro varones originarios de Bangladesh. Una vez que pisaron tierra firme, los dos patrones del taxi-patera emprendieron el viaje de vuelta.

Una embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil estaba avisada de la presencia de la patera y aguardaba el momento del desembarco para interceptarla cuando iniciara el regreso. De esta manera se minimizó el riesgo de que los inmigrantes fueran arrojados al mar, como ocurrió el pasado 8 de diciembre y que dejó tres muertos por ahogamiento.

En el momento que emprendían la huida, fueron interceptados por la patrullera del Servicio Marítimo. Fue una operación de gran riesgo, ya que la patera trató de huir, realizando maniobras peligrosas, e incluso llegó a embestir a la patrullera sin llegar a causar daños.

Los dos patrones del barco fueron detenidos por un delito de tráfico de personas. Por su parte, los inmigrantes abandonados en la playa fueron interceptados y auxiliados por patrullas de la Guardia Civil de Cabo de Palos, que los trasladaron al CATE de Escombreras, en Cartagena. Posteriormente, se les tomó declaración en calidad de víctimas del delito de tráfico de personas de las redes de inmigración irregular.

Descoordinación entre los cuerpos

El sindicato de la Guardia Civil AUGC emitió un comunicado en el que denuncia la «descoordinación» existente «entre Policía Nacional y Guardia Civil». En concreto, señalan que los inmigrantes fueron interceptados a las 7.00 horas y no se trasladaron a la comisaria de Cartagena hasta las 22.30 horas, «es decir, hasta 15 horas después. Mientras tanto fueron atendidos por Cruz Roja en la puerta del acuartelamiento de Cabo de Palos, a la intemperie, con la única protección de unas mantas y habiendo comido en todo el día tan solo unas galletas y unos zumos que les entregó Cruz Roja».

Desde AUGC lamentan que hubo «once personas tiradas en el suelo sin protección y sin alimentos durante varias horas y sin que fueran trasladados al CATE de Cartagena, que dispone de unas instalaciones dignas». El sindicato destaca que además de ser un perjuicio para los inmigrantes, «también supone un gran problema para la Guardia Civil, puesto que no existe seguridad en la vigilancia de los migrantes realizada por una única patrulla de la Guardia Civil, que además quedaba bloqueada para atender el resto de avisos o incidentes y dejando caer esta responsabilidad en la Policía Local, en plena Navidad», aseguran en una nota.

Asimismo, exponen que desconocen los motivos por los que no se abrió el CATE de Cartagena para alojar a los inmigrantes interceptados, «algunas fuentes indican que el proceso para activarlo es muy lento, ya que se tiene que personar un responsable de la Policía Nacional de Cartagena, otras fuentes indican que este domingo solo tenían una patrulla de Policía Nacional en servicio en Cartagena y no la querían bloquear».

Por último, desde AUGC demandan que José Vélez, delegado del Gobierno «tome cartas en el asunto con urgencia, que ordene la creación de un protocolo de actuación ante la inmigración y funcionamiento del CATE, coordinado entre ambos cuerpos policiales y que ordene a Policía Nacional que se haga cargo de los inmigrantes en el momento de su interceptación y no muchas horas después. Es responsabilidad del delegado del Gobierno coordinar ambos cuerpos y solucionar de modo urgente este mal funcionamiento», concluye el escrito.