Repsol moderniza su planta de lubricantes de Escombreras en Cartagena con 45 millones de euros

Refinería de Repsol, ubicada en el Valle de Escombreras. / PABLO SÁNCHEZ / AGM

Es la tercera gran inversión de la compañía energética para modernizar equipos y reducir las emisiones de CO2 en todas sus líneas de producción

La compañía multienergética Repsol anunció este viernes una nueva inversión millonaria en su complejo industrial de Cartagena con el objetivo de que la fabricación de productos tengan baja o nula huella de carbono, en su objetivo por conseguir las ‘cero emisiones’ de dióxido de carbano en 2050. El nuevo proyecto comenzará a lo largo de este año y consistirá en la reorganización de las dos plantas actuales de fabricación de bases lubricantes del complejo industrial de Cartagena, concentrándolas en una única instalación y usando el espacio que quedará en desuso para la construcción de la planta de hidrógeno renovable de 100 megavatios ya proyectada, en consorcio con Enagás Renovable y Engie.

La nueva configuración del área de lubricantes supondrá la implementación de mejoras en las infraestructuras actuales, los sistemas de control y los equipos dinámicos, además de una modificación de la estructura organizativa del complejo industrial, recolocando a los empleados de la planta que quedará en desuso en otras áreas de la refinería, según informó en un comunicado.

Con este proyecto, Repsol apuesta por seguir siendo un actor relevante en el mercado europeo de bases lubricantes, al asegurar la competitividad de las instalaciones de Cartagena. Las bases lubricantes se utilizan, fundamentalmente, como principal materia prima en la formulación de aceites lubricantes para la industria en general.

Además, durante el proceso, y gracias a la elevada capacidad de conversión de las instalaciones de Cartagena, se obtienen otros productos de alto valor añadido, muy demandados en el mercado, que sirven como materia prima para la fabricación de materiales de uso cotidiano, como extensores aromáticos para la fabricación de neumáticos, parafinas de alta calidad utilizadas en sectores como el textil, el alimentario o de la cosmética, para la fabricación de tableros o velas; y betunes para pavimentación.

Repsol invierte, además, 215 millones de euros, en su consorcio con Enagás Renovable y Engie en la planta de hidrógeno renovable. La previsión es poner laen marcha en 2025 y evitará la emisión a la atmósfera de más de 167.000 toneladas anuales de CO2. Además, Repsol construye en Escombreras con 188 millones de euros la primera planta de biocombustibles avanzados de España y que permitirá producir combustibles renovables a partir de residuos de la industria agroalimentaria y aceite de cocina usado. Estos combustibles permitirán reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 y contribuirán a la descarbonización de sectores difíciles de electrificar como la aviación, el naviero y el de larga distancia por carretera.

El director del complejo industrial de Repsol en Cartagena, Antonio Mestre, dijo que «los cerca de 500 millones de euros que vamos a invertir en los proyectos de lubricantes, hidrógeno renovable y biocombustibles avanzados suponen una prueba tangible de cómo nos estamos transformando para adaptar nuestras instalaciones al objetivo que nos hemos marcado de ser una compañía cero emisiones netas en 2050, y una apuesta para adecuar nuestros activos a las demandas del mercado para mantener la competitividad en entornos cada vez más exigentes».