Pêpê, el nuevo metrónomo del Cartagena

Pêpê, nuevo jugador del Cartagena. / FC CARTAGENA

El centrocampista del Olympiakos llega cedido al Efesé hasta final de temporada con obligación de compra en caso de ascenso

Pedro Filipe Figueiredo Rodrigues, alias Pêpê, es el quinto fichaje del Cartagena en el mercado de invierno. El futbolista portugués llegó en la noche del sábado a la ciudad tras un largo viaje y en la tarde de este domingo estará viendo cómo juegan sus nuevos compañeros ante el Tenerife en el Cartagonova.

La nueva incorporación del club albinegro, de 25 años, es un jugador sobradamente contrastado y que ha tenido una carrera futbolística en clubes de primera categoría. Llega para ocupar la posición de mediocampista ofensivo que dejó libre Tejera. La operación llevaba dos semanas cerca de cerrarse.

Se trata de un futbolista diestro, con un extraordinario golpeo de balón y que es capaz de encontrar líneas de pase con facilidad, además de girarse y esconder la pelota con precisión. Es capaz de generar ventajas con sus movimientos por la elegancia con la que lleva el balón mientras tiene la cabeza levantada, por lo que encuentra líneas de pase.

Le gusta bascular de un lado al otro del campo y ser muy protagonista con el balón, algo que, sin duda, agrada a Luis Carrión, técnico cartagenerista. Además, tiene la capacidad de decidir en uno o dos pases cuál es la mejor opción y es capaz de orientarse. Se suele mover por toda la zona central, cayendo en ocasiones para sacar la pelota jugada desde atrás. Tiene una participación importante en los encuentros (promedia 54 pases por partido en su carrera deportiva) y es muy certero en los envíos (88% de acierto en los pases).

Es, además, un buen lanzador en las acciones de balón parado. En sus equipos, especialmente en Portugal, ha ejecutado los saques de esquina, las faltas y los penaltis. De hecho, el año pasado, en el Famaliçao de la Primera portuguesa, hizo dos tantos de esta manera. Anotó, en total, cinco y dio siete asistencias.

En cuanto a sus debes, no es un futbolista excesivamente veloz y, además, le cuesta asomarse a las zonas cercanas al área rival. En su país de origen ha sido capaz de tener buenos números en este aspecto, pero fuera de él no ha tenido continuidad.

Una promesa de Portugal

Pêpê, internacional en todas las categorías inferiores de su selección, con 78 apariciones, llegó al Benfica con tan solo doce años. El futbolista de Satao fue muy protagonista en el filial de las águilas desde el año 2015, cuando debutó. Disputó un total de 53 partidos, con seis goles en las siguientes dos temporadas.

Salió entonces cedido al Estoril en el año 2017. Allí debutó en la Primera portuguesa en un partido contra el Sporting Club que su equipo perdió por 2-1. Con tan solo veinte años ya tuvo un protagonismo importante, jugando un total de 22 encuentros.

Al año siguiente el Benfica lo volvió a ceder, en este caso al Vitoria Guimaraes. En los vimaraenses creció como jugador en su campaña de debut, lo que supuso que lo acabaran firmando por cinco años. En la temporada 2019-20 debuta en la Europa League. Fue, incluso, titular en un partido que su equipo empató (1-1) ante el Arsenal en Guimaraes.

Su extraordinario desarrollo captó la atención del Olympiakos. Los griegos apostaron muy fuerte por él y, en el verano del 2020, pagaron casi cuatro millones de euros por sus servicios y le hicieron un contrato de cinco temporadas. Debutó, incluso, en la Champions League, donde jugó un total de tres partidos. Sin embargo, su falta de continuidad le obligó a salir cedido en el mercado de invierno, de nuevo rumbo a su país natal, donde estuvo dos temporadas más.

En Famaliçao, su penúltimo destino, fue protagonista desde el primer momento. Jugó 50 partidos, solo se perdió dos encuentros en su segunda campaña y logró llevar a su equipo a la octava posición de la liga con cinco goles y siete asistencias.

Este pasado verano no encontró su sitio en el Olympiakos y salió cedido hacia el Ankaragücü turco. Allí ha jugado seis partidos de liga y dos de copa, con un protagonismo muy escaso. Con su salida a Cartagena, Pêpê, padre de dos hijos, espera recuperar la continuidad perdida.