Protesta en el centro de Murcia de los vecinos contra el Plan de Movilidad

La lucha de los barrios contra el Plan de Movilidad propuesto por el Ayuntamiento de Murcia continúa muy viva. Las asociaciones convocantes ‘Cierran mi barrio’, ‘Murcia centro vivo’, ‘Espinardo colapsado’, ‘SOS Vistabella’, y los placeros de Verónicas reclamaron este domingo un cambio al grito de ‘Plan de Movilidad sí, pero no así’. Los vecinos reclamaron una vez más al Consistorio murciano que se les permita participar y se les dé voz de cara a las obras que
este mismo lunes arrancarán en el barrio del Carmen, una de las zonas que se ha mostrado más abiertamente contraria a los planes del actual equipo de gobierno.

La marcha partió con veinte minutos de retraso desde la alameda de Colón, que lucía a primera hora prácticamente al completo desde fotografías Climent hasta los cines Floridablanca. Junto al jardín, tal y como anunció el pasado viernes la organización, se puso un puesto en el que ‘Cierran mi barrio’ repartió monas y chocolates para calentar motores en una fría mañana de invierno. Por lo que parece surtió buen efecto.

Una vez llegaron todas las asociaciones convocantes con sus pancartas, por megafonía, se insistió a los asistentes que no portasen ningún tipo de banderas o pancartas ajenas a la manifestación. Asunto que se cumplió a rajatabla con la excepción de un manifestante que portó una bandera de la Región y otros que llevaron pegatinas con el lema ‘No al Murcia central’. Entre ellos, los representantes de Vox, entre los que se encontraban el líder del partido en Murcia, José Ángel Antelo, pero también personalidades como el diputado en la Asamblea, Pascual Salvador. Muy próximos a ellos, también detrás de la pancarta que abría la concentración, habían
representantes del PP, entre ellos el concejal Jesús Pacheco o el pedáneo Diego Avilés.

El cortejo guiado por los portavoces de los vecinos y comerciantes del Carmen, Jerónimo Jover y José Oñate, avanzó ordenado a través de la plaza Camachos y el Puente Viejo para llegar a la Glorieta de España, donde frente al Ayuntamiento los manifestantes profirieron consignas contra el alcalde, José Antonio Serrano. Más adelante, en la plaza Belluga, se hizo lectura de un manifiesto y se dio por cerrada esta protesta.