Regreso a una pista no tan maldita

Jordan Shakho, del UCAM, lucha por la posición con Viny Okouo, en el partido del pasado sábado en Fuenlabrada. / EFE

El UCAM arranca hoy el ‘top 16’ de la Champions League visitando al gran favorito, un Tenerife que este año ya ha perdido contra el equipo de Sito

Cuando eres el vigente campeón, no es la primera vez que has ganado la competición y nadie ha estado en más ‘Final Four’ que tú, eres el gran favorito a levantar de nuevo el preciado trofeo. Eso es así. Máxime, cuando de la plantilla que se coronó campeona en la pasada edición de la Champions League continúan ocho jugadores y todo el cuerpo técnico, y los refuerzos responden a nombres de calidad más que contrastada en Europa, caso de los Jaime Fernández, Moussa Diagné, Elgin Cook o Tim Abromaitis, que suman más madera a la columna vertebral de una plantilla convertida ya en un clásico de las últimas temporadas en la Liga Endesa y la Champions League, de la que se recitan casi de memoria jugadores como Huertas, Fitipaldo, Salin, Doornekamp o Shermadini, entre otros.

Todo eso y más es el Lenovo Tenerife, un equipo de ADN campeón en la Champions y que ha recuperado el tono en la Liga Endesa, donde se mantuvo como líder varias jornadas y el pasado sábado confirmó su clasificación como cabeza de serie para la Copa del Rey, torneo en el que no estará el UCAM. Los de Sito, por otra parte, saben lo que es vencer al equipo de Txus Vidorreta esta temporada. Su último enfrentamiento es de hace poco más de dos semanas, cuando los murcianos superaron en el Día de Reyes a los aurinegros en, quizás, el mejor partido visto en el presente curso en el Palacio (85-64).

Bonito recuerdo

Donde no se le da tan bien al UCAM en el equipo de San Cristóbal de La Laguna es en su pabellón, el Santiago Martín. Allí, los murcianos no han ganado nunca en la Liga Endesa. Pero sí en LEB y, cómo no, en la Champions League. El último enfrentamiento con los canarios es uno de los recuerdos más dulces de la historia reciente del UCAM, cuando, en marzo de 2018, remontó la diferencia adversa del partido de ida disputado en el Palacio (66-71), ganando por once puntos (72-83) y superando, así, la eliminatoria de octavos de final contra el, igual que ahora, vigente campeón.

Por aquel entonces, el formato de competición era distinto, pero, en equivalencia, tinerfeños y murcianos se encuentran en el mismo punto de la temporada europea. Solo quedan 16 equipos en pie, que, para acceder a los cuartos de final (que ahora también se disputan de manera diferente, en eliminatoria al mejor de tres partidos), tendrán que finalizar esta nueva fase de grupos en primera o segunda posición. El del UCAM es el L, y, aparte del Tenerife, están también el Bilbao y el Darüssafaka turco, único extranjero.

Cambios en la convocatoria

Con el comienzo del ‘top 16’ regresa la dificultad de compaginar las competiciones nacional y europea con la carga física que ello supone. Como los tinerfeños, los murcianos jugaron el pasado sábado, aunque en Fuenlabrada y con viaje entre medias. En la que era la última jornada de la primera vuelta, Sito siguió sin hacer cambio alguno en la convocatoria desde que cuenta con Jordan Davis y Ryan Luther sanos, dejando de largo a los jóvenes Klavzar y Andronikashvili.

Sin embargo, en la Champions las condiciones son diferentes y se precisa de un jugador más de formación local, condición que cumplen tanto el esloveno como el georgiano, el que está siendo hasta ahora el elegido en detrimento de Luther. El ala-pívot no jugó en ninguno de los dos partidos de ‘play-in’ ante el Pinar Karsiyaka y, por más que avanza la competición, sigue sin salir de la discreción, haciendo cada vez más grande la brecha que le separa de su compañero en la posición de ala-pívot, un Nemanja Radovic que disfruta de su mejor baloncesto desde que volvió a Murcia y que, en la Liga Endesa, es el jugador más valorado del UCAM. Sito Alonso, que ha superado el récord histórico de José María Oleart al llegar a los 125 partidos en el banquillo, quiere «llegar lejos» en la Champions.