Al son de la copla: García Lorca y Concha Piquer

A Juan Carlos Rubio –director del montaje y creador del libreto– le bastó con solo tres actores y un simple piano de pared para recrear una genial obra musical que imagina un encuentro ficticio entre Concha Piquer, la gran diva de la copla, y Federico García Lorca, el poeta granadino de la Generación del 98. Ambos se unen en esta pieza por el también poeta y músico Rafael de León en la dramaturgia de ‘En tierra extraña’, una producción de Som Produce.

Los tres personajes están interpretados por la cantante Diana Navarro –en su debut en el teatro–, Alejandro Vera y Avelino Piedad, dos expertos en aglutar lo teatral y lo musical, que dan aquí una lección de polivalencia interpretativa a la altura de muy pocos en el género. Los tres se funden en un canto a la reconciliación de las dos Españas, además de poner el valor el legado de tres grandes artistas y rendir un homenaje al mundo de la copla.

El público puede encontrar en espectáculo totalmente relacionado con la historia y la realidad española. Siendo las exigencias del género musical, la trama discurre ligera dejando paso a números líricos arrolladores sobre el escenario que sacuden y atraen al espectador. Esto sucede porque la obra es capaz de hacer compatible el festín musical de copla en la genial voz de Diana Navarro, así como contar un relato escénico de cierto peso, el que sucede en los albores de la Guerra Civil. Todo comienza con el deseo de Concha Piquer –encarnada en Diana Navarro– de encontrarse con García Lorca, para lo que cuenta con la ayuda de Rafael de León –Avelino Piedad–. La famosa cantante tiene una petición: quiere que el poeta escriba una canción para ella.

Federico –sobre el escenario, Alejandro Vera– acepta: admira la voz de la cantante y espera conseguir nuevos ingresos para llevar un buen nivel de vida. Sin embargo, una vez frente a frente, el verdadero motivo del encuentro sale a la luz y no es tan festivo como la creación de una canción. Concha sabe que el nombre del granadino figura en varias listas negras, por lo que corre peligro. Aunque parece que «la gente como él» debe huir por su propia seguridad, Federico dice que «la sangre no llegará al río y los ánimos se calmarán». Con la mirada de hoy sabemos que en ese momento el poeta se equivoca.

También duda el propio Lorca, pues a pocos metros del teatro donde se encuentran sucede un terrible acontecimiento que le hace replantearse la situación: el asesinato de José del Castillo. «Quizá debería huir». Concha no duda en ofrecerle su ayuda, pues le puede facilitar en ese mismo instante un pasaje para México. Si quiere salir de ahí y alejarse del peligro, no debe perder ni un minuto. Sin embargo, el poeta se resiste a marcharse porque no tiene tan claro que ese sea su destino. «España es su patria. Y nunca se sentirá en ella como si estuviese ‘en tierra extraña’».