Aidemar inaugura la primera residencia con unidades especiales de envejecimiento y autismo en San Pedro del Pinatar

Carmen tiene 44 años, un aura de dignas canas y síndrome de Down, aunque ella dice que no tiene más que 34. «Bienvenidos todos a nuestra casa», recibió el jueves a toda la comitiva de autoridades, encabezada por el presidente regional, Fernando López Miras. Como sus otros compañeros, Carmen vive en una de las 8 viviendas creadas en la nueva residencia de la Asociación de Discapacitados de la Comarca del Mar Menor, Aidemar.

Es la primera que incluye una unidad de envejecimiento, para dar respuesta a la inquietud que plantearon los padres de la asociación: «¿Qué pasará con nuestros hijos cuando nosotros ya no estemos?», fue la pregunta que le trasladaron a la alcaldesa, Visitación Martínez, los padres que fueron a pedirle ayuda para construir el que era proyecto prioritario de la asociación. El Ayuntamiento decidió ceder 5.200 metros cuadrados cerca del parque regional de las Salinas para la residencia, que costó en torno a los 4 millones de euros, financiados en parte con créditos bancarios y con una ayuda de 650.000 euros de los fondos Next Generation.

La residencia, que incluye unidades para autismo y para trastornos de conducta, cuenta con plazas concertadas con la Comunidad Autónoma, que en 2023 aumentará este presupuesto a 4,6 millones de euros solo para Aidemar, dentro de un plan de 65 millones de euros para plazas de discapacitados en toda la Región. «Llevan 40 años cuidando de las personas», dijo López Miras sobre la asociación, «y son los únicos que cuidan de ellos en todo su ciclo vital».

Mari Carmen, de 77 años, con una severa discapacidad visual, pedaleaba el jueves en la sala de Fisioterapia de la residencia. Es la mayor de todos los residentes, que cuentan con un módulo sanitario dentro del centro, con sala multisensorial y cuatro camas hospitalarias. La residencia dispone de 68 plazas, de las que hay ocupadas 62. El presidente de Aidemar, Francisco García, le lanzó la reivindicación al presidente: «Necesitamos plazas concertadas». «El personal que trabaja aquí es vocacional», afirmó sobre los 46 trabajadores del innovador centro, pensado para el bienestar de los residentes.

«He tratado de hacer un centro sanitario que no lo parezca», explica el arquitecto Bernardo Cerrato, cuyo diseño ha sido premiado por su estética innovadora. «Es un edifico abstracto, con cubos y patios, porque tenemos que fijarnos en lo que hacían nuestros abuelos, aprovechar la luz y las posibiliddes de ventilación», afirma el arquitecto andaluz, pinatarense de adopción.