Brillante estallido de color y buen baile en el inicio del Carnaval de Torrevieja

Brillante estallido de color y buen baile en el inicio del Carnaval de Torrevieja

Las coreografías y algunos disfraces especialmente imaginativos despertaron las fantasías de los más pequeños, que abarrotaban con sus familias las primeras filas./Eva Moya

Las coreografías y algunos disfraces especialmente imaginativos despertaron las fantasías de los más pequeños, que abarrotaban con sus familias las primeras filas. / Eva Moya

Las comparsas del Carnaval abarrotan la calle Ramón Gallud y brindan un desfile de trabajadas carrozasy coreografías

Jesús Nicolás

El año pasado, Torrevieja volvía a sentir ese embrujo que solo el Carnaval es capaz de despertar. Pero, todavía con restricciones, los ‘comparseros’ no pudieron desgañitarse a gusto. Este año, por fin, era el de dejar que el embrujo de la fiesta les invadiera y calara hasta los huesos. El público, por supuesto, no falló y la calle Ramón Gallud rebosó alegría. En cada cantón la fiesta estalló en brillo y color como nunca antes.

Hasta 1.500 participantes deslumbraron por la pasarela comercial de la ciudad salinera con sus mejores galas y movimientos de cadera. Ya antes de que arrancara la marcha, cuando las únicas carrozas que desfilaban eran las de los vendedores ambulantes de globos y golosinas, apenas quedaban sillas y las terrazas de las cafeterías llevaban ya horas pilladas. Era mucha la expectación y se notaba.

Con la música ya a todo trapo, de primero, una declaración de intenciones. El desfile arrancó con mucho sabor, el que puso el cabaret de La sal de Torrevieja. Todas emplumadas y cubiertas en lentejuelas, en perfecta coordinación, lo dieron todo al son de Manuel Turizo y su bachata. Los móviles grabando se contaban por decenas. Algunos de Alpe y Apanee, la comparsa inclusiva, acudieron incluso con una silla de ruedas tuneada de máquina de palomitas.

Las seis agrupaciones infantiles trajeron a continuación las imágenes más enternecedoras y pusieron un dulce contraste con disfraces de ‘conguitos’ y piruletas. También despertaron las fantasías de los más peques Bambini, vestidos de sombrerero loco al más puro estilo de ‘Alicia en el país de las maravillas’. Algunas mamis sombrereras incluso llevaban a sus conejitos en brazos y ni siquiera la ‘Despechá’ de Rosalía les sacaba del sueño. Y es que era de aplaudir el esfuerzo de danzar tantos metros sin descanso. Más de uno, de hecho, desfallecía y hasta se veía tentado de montarse en la carroza y dejarse llevar. La que no se bajó de la suya fue Edurne Vera, reina infantil de este año, que despertó las envidias del resto de críos caracterizada como Persépone, diosa de la primavera.

Los más atrevidos

Antes de llegar las comparsas propiamente dichas, desfilaron los más atrevidos carnavaleros. Participantes no adscritos como Minerva y Pedro, que se convirtieron ante el público en Rose y Jack Sparrow. Antonio y Toñi, por su lado, fueron de dos lámparas que, como dejaron claro, no eran de Ikea. Ahora, el disfraz más desternillante fue el de Manuel Zafra, que desfiló tan divino como reina de la baraja, solo que su palo no eran bastos ni oros, sino más bien pimientos.

Ya imbuidos por completo de la fiesta, llegaban las 18 grandes comparsas del carnaval. Y una vez más hubo para todos los gustos. Los de Porque sí fueron de tarta de boda y con la figurita de los novios por sombrero. El toque oriental lo trajeron esos genios de la lámpara bailarines de Vive la vida. El punto friki vino después de la mano de la cuadrilla de Karna Ball Z.

El final de desfile tuvo incluso un punto patrio, empezando por unas llameantes falleras y continuando por unas cornudas legionarias que lo mismo le daban al paso militar que se entregaban al ‘perreo’. En cualquier caso, una magnífica escolta para sus majestades del carnaval, Óscar Torregosa y Sara Fernández, que, caracterizados como señores del Hades, se encargaron de mandar el carnal desfile al inframundo hasta el año que viene.

Pasacalles nocturno y chirigotas para rematar la fiesta

Y con el desfile, no termina el Carnaval ni mucho menos. Los más peques y los más mayores tendrán también su día esta semana. El próximo jueves se hará el Baile de la Gente Mayor en el Centro Municipal de Ocio y el viernes 17 de febrero el desfile infantil ‘El carnaval de los coles’ desde el centro cultural Virgen del Carmen hasta el paseo Vista Alegre. El sábado 18 de febrero, se celebrará el Gran Desfile Nocturno y el Concurso de Comparsas Foráneas desde las 18.00 horas por Ramón Gallud. El colofón a las fiestas lo pondrá el Concurso Nacional de Comparsas y Chirigotas el domingo 19 de febrero en el Teatro Municipal.

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