Feijóo reitera su aval a la ley del aborto sin considerarlo un «derecho fundamental»

Alberto Núñez Feijóo fijó este miércoles la postura oficial del PP para tratar de zanjar el debate abierto en sus filas después de que su respaldo a la ley de plazos haya soliviantado al ala más conservadora del partido, que no esperaba un apoyo tan «tajante» y «contundente» a una norma que los populares recurrieron ante el Tribunal Constitucional en 2010. El líder gallego aseguró que la interrupción voluntaria del embarazo «no es un derecho fundamental» porque como tal no está recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos pero sí es «exclusivamente el derecho que tiene una mujer, de acuerdo con la ley de su país». Fuera de ella, recalcó, «no puede producirse».

El expresidente de la Xunta, que 24 horas antes rehuyó el tema ante los periodistas, aprovechó su visita a un centro de la Fundación Ronald McDonald en Madrid, con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, para intentar pasar de pantalla con el aborto reiterando su respaldo a la ley de plazos que ha avalado el tribunal de garantías. «No voy a cambiar de opinión. Es clara y diáfana», sostuvo Feijóo frente a quienes dentro del PP defienden el regreso a la ley de supuestos de 1985. Al mismo tiempo que desechó «reflexionar» sobre un giro que puede generar «problemas de conciencia» a no pocos votantes del partido como le reclamaban, entre otros, los exministros Jaime Mayor Oreja o Jorge Fernández Díaz.

El sucesor de Pablo Casado mostró su malestar porque las críticas del sector mas duro del PP hayan desviado el foco de lo debería preocupar a la opinión pública «en una España en la que el Gobierno está en una implosión histórica» y que trata de quitarse presión por la ley del ‘solo sí es sí’ y las rebajas de condenas a delincuentes sexuales. Aunque, en un intento por calmar las aguas internas, dejó claro que desde el partido conservador se va a «apoyar a todas las mujeres en sus procesos de maternidad» y «no se va a coaccionar» a ninguna que quiera interrumpir su embarazo acorde a los que establece la ley.

Desde el sector más ultraconservador, siguen insistiendo en que la postura oficial del primer partido de la oposición viene dada por la ponencia política social debatida y aprobada en el congreso de 2017 y cuyo redactado es claro. «El PP está firmemente comprometido en la defensa y protección del derecho a la vida. Por eso entendemos que el aborto no se tiene que considerar como un derecho –recoge el texto en su artículo 54–, sino como un fracaso de la sociedad». Fuentes de la dirección nacional reconocen que la ponencia se deberá modificar para añadir que «no es un derecho fundamental». Un cambio que, en todo caso, no se hará en pleno año electoral, aunque el nuevo posicionamiento sí entrará en el programa que los populares llevarán para las generales.

Buscar «consensos»

En Génova no entienden el debate que se ha generado por el paso adelante de Feijóo respecto al aborto. Recuerdan que el PP ya aceptó «por omisión» la ley de plazos, que permite interrumpir el embarazo libremente hasta la semana 14, después de que Mariano Rajoy, que hasta 2015 gobernó con mayoría absoluta, no la cambió. Se limitó a volver a exigir el consentimiento paterno para las jóvenes de 16 y 17 años que decidieran poner fin a su embarazo. «De los 27 países que conforman la Unión Europa, solo Malta y Poloni -subrayó el dirigente gallego– no hay una regulación del aborto».

Feijóo advirtió, además, de la necesidad de alcanzar «consensos» en esta cuestión a nivel político y social, porque alrededor del aborto «confluyen cuestiones éticas, morales o religiosas». En su opinión, sería bueno buscar esos consensos porque «es necesario regular el aborto y apoyar a todas las mujeres que quieren ser madres». «Es compatible y necesario», aseveró.

Dejó claro también los puntos de la actual norma con la que los populares no están de acuerdo como es el caso de la regulación de la objeción de conciencia de los médicos, el periodo mínimo de reflexión antes de la interrupción del embarazo o que éste se haga sin el consentimiento paterno. «Ni el PP ni el PSOE han cambiado la ley hasta la fecha, ese es el consenso –incidió– al que hay que llegar».