Las mujeres cobran 5.200 euros menos que los hombres de media en la Región

La secretaria de Mujere de CC OO, Anna Mellado. / LV

La brecha salarial subió un punto más hasta alcanzar el 26% en 2020

Las murcianas cobran menos por su trabajo que los hombres, penalizadas por la tarea extra de los cuidados y su renuncia a complementos salariales vinculados con la nocturnidad o la libre disposición. La desigualdad se revela en el inicio de la carrera profesional, con menos contratación y más temporalidad; persiste en su desarrollo, con brechas salariales superiores al 26%, seis puntos por encima de la media española; y repercute en la retirada, con pensiones más bajas que las de los hombres. Lo denuncian los datos presentados este viernes por CC OO, que ponen de manifiesto la desventaja de las mujeres para desarrollar su faceta profesional en la Región de Murcia.

La brecha salarial, sin repercutir aún el impacto de la reforma laboral y de la subida del salario mínimo, ya que los datos aportados por CC OO son de 2020, se situó en el 26%, un punto más que el año anterior. El salario medio bruto de las mujeres se situó ese año en 20.007 euros, frente a los 25.207 de los hombres. O lo que es lo mismo: las mujeres ingresaron de media 5.200 euros menos al año que los hombres por su trabajo.

Entre «un techo de cristal y un suelo pegajoso», en palabras de Anna Mellado, secretaria de Mujer de CC OO, las mujeres tienen más dificultades para lograr una oportunidad laboral. «El porcentaje de contratación es solo de un 35,96% sobre el total de contratos. Esta desigualdad es además más acusada que en el conjunto de España», refleja el estudio de CC OO. La tasa de ocupación de las mujeres en la Región según los últimos datos es la segunda más baja de España, un 43,31%, así como en volumen de contratación (33,14%).

La brecha de género más marcada se produce en el grupo de 25 a 54 años, con 19 puntos de diferencia, «siendo particularmente perjudicial para las mujeres porque son las edades más relevantes para el empleo. Está claro que las mujeres que participan en el mercado laboral, a causa de las tareas de los cuidados de menores, mayores y dependientes, pierden participación y se modifica su vida laboral en perjuicio del desarrollo de su carrera profesional», denunció Mellado. Por sectores, las mujeres son mayoría en el sector público y en las áreas peor remuneradas, como la hostelería, el campo y el comercio.

Las mujeres tienen menores tasas de ocupación, y entre los empleados, son ellas también las que acumulan las mayores tasas de parcialidad y temporalidad, lo que termina traduciéndose en menos salario. La contratación temporal es mayor para las mujeres (26,55%) que para los hombres (21,15%), a pesar de que se observa durante los cuatro trimestres de 2022 un descenso en la contratación temporal para ambos sexos. «Pero en el cuarto trimestre de 2022 las diferencias porcentuales entre la contratación temporal a mujeres (22,8%) y a hombres (17,2%), siguen manteniendo una diferencia de 5,6% en perjuicio de las mujeres», refleja el estudio.

Entre el aluvión de datos negativos para las mujeres, uno positivo: el impacto de la reforma laboral. La contratación indefinida, contenida durante muchos años, se ha visto reforzada a partir de la entrada en vigor de la reforma, incrementándose en la Región un 386% los contratos indefinidos iniciales. En el caso de las mujeres, este incremento ha sido del 340%. «Esa menor subida se debe sobre todo a que la contratación indefinida de las mujeres se situaba antes de la reforma laboral en un porcentaje ligeramente superior al de los hombres», destacó Mellado. En cuanto a la tasa de temporalidad, en diciembre de 2022, mientras la contratación temporal fue del 48% del total de contratos firmados ese mes, la tasa de temporalidad de las mujeres empleadas en la Región de Murcia fue mayor, del 52,51%.

La precariedad laboral para las mujeres en la Región se caracterizó, denuncia el sindicato, por la temporalidad y por la parcialidad involuntaria. Durante el año 2022 hubo en la Comunidad una diferencia porcentual del 17% entre mujeres y hombres en la ocupación a jornada completa. Además, el 64% de los contratos temporales con jornada parcial también fueron para ellas.

«La brecha de cuidados es una realidad que debe ser mucho más visibilizada de lo que ha sido hasta ahora. Las mujeres no solo tienen que enfrentarse a dobles jornadas cuando están insertadas en el mundo laboral, sino que se ven obligadas en muchos casos a tener que reducir su jornada laboral para dispensar cuidados familiares, perjudicando su carrera profesional y también su salario», denunció Mellado. En la Región estas excedencias fueron solicitadas en 2022 por un 73,45% de mujeres (1.400) y por el 26,54 % de hombres (506), del total de personas solicitantes (1.906), lo que lleva al sindicato a concluir que el cuidado aún «sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres, y esta brecha de género no se cierra».

Los perjuicios que afectan a las mujeres durante su vida laboral y su dedicación a los cuidados y a las tareas domésticas repercuten en la posterior percepción de la prestación de jubilación. En la Región 231.290 personas perciben una pensión de jubilación, de las cuales 111.576 son mujeres y 120.344 hombres. En el importe medio mensual, hay un brecha de género del 21,45%. El 72% de las pensionistas perciben una pensión por debajo del SMI. «Son mujeres que después de toda vida de doble jornada laboral y de cuidados perciben una pensión que las condena a la precariedad y a la vulnerabilidad social, cuando no a la pobreza».