La ciencia reconoce a un nuevo paciente infectado con el virus del sida que logra curarse

La ciencia reconoce a un nuevo paciente infectado con el virus del sida que logra curarse

El hombre fue sometido a un trasplante de células madre de médula ósea con una mutación extraña que impide que el VIH se multiplique

Confirmado. El ‘paciente de Düsseldorf’, un hombre de 53 años cuya identidad se mantiene en el anonimato, ha sido reconocido finalmente como el tercer paciente del mundo que logra curarse de su infección por el virus del sida gracias a un trasplante de células madre de médula ósea. El hombre lleva cuatro años ya libre tanto del VIH como del tratamiento antirretroviral que necesitó en otro tiempo para mantenerlo controlado. Tras el avance, que se publica hoy en la revista ‘Nature’, figura un consorcio internacional llamado IciStem, que está coliderado por un investigador español de la red de IrsiCaixa, Javier Martínez Picado. Es el mismo hombre que ha logrado ya que más de treinta pacientes españoles vivan sin medicación antisida. Los nombres de todos ellos no figuran, sin embargo, en la lista ‘oficial’ de ‘curados’ porque en su sangre aún quedan restos del virus que provocó la última pandemia del siglo XX. Aún así, la relación de vencedores del sida, aunque lentamente, crece.

«Me diagnosticaron VIH en 2008. Todavía recuerdo muy bien la frase de mi méico de cabecera: ‘No te lo tomes a mal’. ¡Experimentaremos juntos que el VIH se puede curar! Su promesa se ha hecho realidad». Con estas palabras explica hoy en Nature su victoria contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) el tercer paciente que logra vencerlo gracias a un trasplante de médula ósea. Su nombre no ha trascendido, pero su testimonio se incluye en el artículo que describe el nuevo paso dado en la lucha contra el sida. «El día de San Valentín (el 14 de febrero último) celebré el décimo aniversario de mi trasplante de médula ósea a lo grande. Mi donante estuvo presente como invitada de honor«, cuenta satisfecho. «Hoy estoy aún más orgulloso de mi equipo mundial de médicos, que lograron curarme del VIH y, al mismo tiempo, por supuesto, de la leucemia».

Casos excepcionales

Su historia es la misma, o muy parecida, a la de Timothy Brown, conocido como ‘el paciente de Berlín’ y Adam Castillejo, ‘el paciente de Londres’, que fueron los primeros que lograron superar la infección por VIH con esta misma terapia. En los tres casos, la realización de un trasplante de células madre de médula ósea les permitió superar la leucemia que sufrían y, al mismo tiempo, erradicar al virus de sida de su organismo. Los tres son casos excepcionales, muy difíciles de replicar en el conjunto de los pacientes afectados, casi 38,5 millones en el mundo.

Como con Brown y Castillejo, el donante elegido para la intervención cumplía dos cualidades. Una, que su médula lógicamente era compatible con la que necesitaba el paciente de Düsseldorf; y otra, que además, poseía una mutación llamada CCR5Delta 32, que impide la replicación del virus del sida. Sólo una de cada cien personas son portadoras de esa mutación; y luego hay que dar con alguien que su médula sea compatible con la del paciente en cuestión. Las posibilidades de que se de algo así, como ha comentado en más de una ocasión. «Es casi como encontrar una aguja en un pajar», ha valorado el director de la Unidad de Inmunopatología del Sida del Instituto de Salud Carlos III, José Alcamí, quien expresó además el ‘mérito’ del trabajo realizado.

Curada con células de cordón

El paciente de ‘Düsseldorf’ vuelve a ser noticia así, casi tres años después de que se conociera su historia, publicada cuando se confirmó la curación de Castillejo, en marzo de 2020. En aquella fecha, el tercer curado llevaba ‘sólo’ catorce meses sin virus en ausencia de medicación, un tiempo aún demasiado temprano como para dar por buena su situación, que ahora la ciencia sí ha reconocido.

Hace ahora justo un año, el 17 de febrero de 2022, se conoció también la cura de una mujer seropositiva, que fue la primera del mundo que logró superar la infección por VIH con un trasplante de células de cordón umbilical. El mismo resultado, la cura, con un procedimiento diferente. El hecho de que se tratase de células madre procedentes de cordón, también con la mutación del gen CCR5, fue muy relevante, según consideró Alcamí. Las extraídas de la médula ósea garantizan la compatibilidad para una de cada seis millones de personas. Con las de cordón, esa posibilidad se eleva al 50%. ¿Por que no recurrir a ellas? Porque, «además de otras consideraciones éticas», este tipo de intervenciones conllevan una mortalidad del 30%.

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