Sánchez llega a Kiev: «Estaremos al lado de Ucrania hasta que la paz regrese a Europa»

Sánchez llega a Kiev: «Estaremos al lado de Ucrania hasta que la paz regrese a Europa»

Sánchez, a su llegada a primera hora a Kiev. / R. C.

El presidente viaja a Ucrania por segunda vez y cuando se cumple un año de la guerra para transmitir el apoyo de España frente a Rusia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado a suelo ucraniano para reunirse con Volodímir Zelenski cuando está a punto de cumplirse, mañana, el
primer aniversario de la invasión rusa del país vecino. «Estaremos al lado de Ucrania y de su gente hasta que la paz regrese a Europa», ha escrito Sánchez en su cuenta de la red social Twitter. El viaje, confirmado por la Moncloa esta misma mañana por motivos de seguridad, solo cuando Sánchez ya estaba encaminado a su cita en Kiev, redobla el compromiso que España ha sellado con la suerte de los invadidos -a los que ha enviado armas, recursos humanitarios y, ahora, tanques Leopard- en consonancia con la gravedad de este trance histórico, la implicación creciente con la estrategia de la OTAN y el perfil internacional cultivado por el presidente.

Sánchez se reúne con Zelenski en un momento particularmente sensible para la coalición del PSOE con Unidas Podemos. De hecho, la visita emite un mensaje también en clave interna ante unos socios que han desempolvado estos días el ‘no a la guerra’ en paralelo al cisma por la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’. Son muchos los asuntos en los que Pedro Sánchez ha estado dispuesto a hacer concesiones a sus aliados de coalición, pero la política exterior y de defensa no es una de ellas  y el presidente del Gobierno tiene intención de seguir dejándolo claro, después de que el pasado viernes la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, le instara a reconocer «solemnemente» que enviar armas a Ucrania ha sido un error.

Sánchez ya advirtió el mismo viernes, durante su visita a Eslovenia, de que ante la «agresión» rusa contra Ucrania no caben «equidistancias». Es su posición personal pero también la del conjunto de la UE, cuya presidencia de turno le toca asumir a partir del próximo mes de julio. Y en este marco se encuadra el encuentro que el presidente del Gobierno mantendrá Zelenski en Kiev, sobre el que oficialmente no se había adelantado detalle alguno para preservar la seguridad de Sánchez.

Este es el segundo viaje que Sánchez realiza a la capital ucraniana desde la invasión rusa, mañana justo hará un año. La primera, en compañía de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, tuvo lugar el 21 de abril pasado y sirvió precisamente para ratificar sobre el terreno el compromiso de España de ofrecer «toda la ayuda que esté en sus manos».   

La situación ahora es especialmente sensible. Vladímir Putin respondió el martes a la
visita sorpresa a Kiev del presidente de Estados Unidos, Joe Biden –un claro símbolo de adhesión a la causa ucraniana– con la suspensión del último acuerdo de control nuclear y el aviso de que nada frenará a Rusia en la recuperación de su «territorio histórico». El pasado día 15, además, la OTAN acordó aumentar su producción militar para hacer frente al «conflicto de desgaste» en que, según su análisis, se ha convertido la guerra.

Próximo envío

En la antesala de su viaje, Sánchez se reunió ayer en Madrid con un grupo de refugiados ucranianos. Lo hizo casi al tiempo que la ministra de Defensa, Margarita Robles, detallaba en el Congreso, a petición del PP, en qué consistirá el próximo envío de ayuda a Ucrania, seis carros de combate Leopard 2A4 que permanecían hibernados desde 2012 en el centro logístico de Casetas, en Zaragoza, y que han sido puestos al día para su utilización. «Emociona escuchar los testimonios de los refugiados que huyeron de la injustificada guerra de Putin», escribió el jefe del Ejecutivo en un mensaje en Twitter. «Les dimos la acogida que se merecían y aquí han logrado recuperar la normalidad en sus vidas. Seguiremos ayudando a Ucrania el tiempo que sea necesario».

En su intervención ante el pleno de la Cámara baja, Robles también dejó la puerta abierta a entregar en el futuro más tanques «si fueran necesarios y nuestros aliados lo pidieran». La ministra no concretó la fecha del envío de los Leopard 2A4, aunque prevé que estén listos en primavera. Lo que sí descartó fue mandar otros tanques más avanzados del Ejército español, los 2A6, porque, subrayó, «son necesarios para la defensa nacional».

Robles, bestia negra de Podemos en el ala socialista del Ejecutivo, presumió además de la labor de España como «aliado serio, fiable y responsable» y el trabajo «en coordinación» con los socios de la Unión Europea y la OTAN. Y ante el requerimiento del diputado popular y general retirado Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, especificó que se han realizado ya 54 envíos de material militar, de los que 42 han sido transportados por vía aérea, nueve por vía terrestre y tres por vía marítima, que incluyeron lanzacohetes contracarro C-90, armas ligeras, munición, ametralladoras, munición para carro de combate y artillería de 105 y 155 milímetros de calibre, una batería de misiles antiaéreos Aspide, misiles y baterías antiaéreas Hawk, obuses de calibre 104/14, 20 blindados de transporte TOA M-113, cinco sistemas navales, 10 vehículos ligeros, 10 pesados o dos ambulancias.

De la interpelación del PP se derivará una moción que el Congreso ha de votar en el próximo pleno y con la que el primer partido de la oposición tiene interés en evidenciar la fractura del PSOE y sus socios. Fuentes populares avanzan que respaldarán la posición de España en la contienda, pero también reprochan a Sánchez que ni haya llevado a la Cámara ‘motu proprio’ las explicaciones que ayer ofreció su ministra ni haya informado en ningún momento a Alberto Núñez Feijóo de sus planes. «Estamos –alegan– ante una política de Estado».

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