El UCAM Murcia, anclado en la irregularidad

El UCAM Murcia, anclado en la irregularidad

Bellas defiende una internada del Nigel Williams-Goss, en el UCAM-Real Madrid jugado el pasado día 12. / J. B.

BALONCESTO

El UCAM ya ha superado el ecuador de una temporada en la que su mejor versión solo ha llegado por momentos

Emilio Sánchez Bolea

La temporada 2022-23 era (es) la de la vuelta a la doble competición para el UCAM, con una plantilla totalmente renovada respecto a una temporada precedente en la que seguían nueve jugadores de la anterior. Así, la paciencia y la confianza eran dos factores a los que agarrarse más que en el pasado cercano antes de que el equipo de Sito Alonso llegara a su punto de ebullición. Sin el segundo no se da el primer factor, pero ninguno de los dos es imperecedero y, consumido más del 50% de la temporada, la mejor versión del UCAM ha cogido complejo de Guadiana, apareciendo solo en determinados momentos.

El pasado fin de semana en el que se disputó la Copa del Rey permitió la pausa para hacer un análisis en reposo y el descanso para un equipo con muchos kilómetros en las piernas, pero que, sin duda, habría preferido estar pasando unos días en Badalona; al igual que lo hizo hace un año en Granada, viviendo con papel de protagonista el torneo de mitad de temporada más atractivo del planeta FIBA, uno que tardó 26 años en volver a vivir desde dentro y por primera vez en su historia desde que la Copa se disputa en el formato de fase final actual.

Este año, los murcianos no estuvieron en Badalona, cuna baloncestística de Sito Alonso. Cerca de la cita en victorias, algo más lejos en sensaciones. Y es que, a día de hoy, el UCAM marcha a dos triunfos de distancia de un octavo clasificado que ya se lee en clave de ‘playoff’… pero desde cinco puestos más atrás, el decimotercero, y con un ‘basket-average’ perdedor con los cuatro equipos que andan por delante. Bajo los formatos de clasificación actuales, el UCAM solo tiene una entrada en la Copa del Rey, la del año pasado, como también cuenta por única su internada en las eliminatorias por el título, la de la campaña 2015-16.

Haber hecho doblete y contado por dos estas últimas es lo que rozó el año pasado un equipo ya histórico en Murcia. Y que, como siempre pasa en clubes de mediana entidad cuando tienen una temporada exitosa, quedó desmantelado para la siguiente temporada (esta). Sin embargo, la confianza desde que la parte siempre el trabajo de las oficinas murcianas brindó un plantel en que no se encontraban las dos grandes estrellas de los dos años anteriores (Isaiah Taylor y James Webb III, hoy ambos en la Euroliga), pero sí nombres importantes como para, sobre el papel, no tener mucho que envidiar al de la temporada pasada.

Fichajes que sí, pero no

Sin embargo, con el avanzar del calendario baloncestístico, sigue sin darse una versión del UCAM capaz de estirar sus mejores momentos y evitar la aparición de los malos. Al cambio de cromos y el añadido de la competición europea, también había que sumar un cambio de estilo forzado en la libreta de Sito Alonso, con el juego interior más alto de la historia del club. Es aquí donde sube el protagonismo ofensivo, con un Nemanja Radovic que está disfrutando (y respondiendo) con más balones al poste bajo y donde se está tratando de integrar a Artem Pustovyi, jugador de 2,19 metros con siete temporadas de experiencia en la Liga Endesa y al más alto nivel europeo con el Barça.

El gigante ucraniano es, en cierta medida, termómetro del equipo. Ha alternado grandes actuaciones con partidos en los que ha pasado totalmente inadvertido, sin apenas tocar balón, y otros en los que lo único que le ha desmarcado de la discreción ha sido su facilidad para cargarse de faltas. Con todo, es un hombre que aprueba en la temporada. Y este es quizás el gran problema del UCAM esta temporada, que sus fichajes, sin estar lejos de su mejor nivel, tampoco están alcanzado las expectativas. Pasa con James Anderson (su mejor partido fue, precisamente, el último), un doble campeón de Euroliga para el que 8,3 puntos por partido en la Liga Endesa se antojan escasos y al que se le está resistiendo volver a un papel protagonista después de unas últimas temporadas asumiendo roles inferiores en grandes equipos.

Diop sigue lejos del que conoció Sito en el Baskonia, Luther apenas ha dado un par de destellos, a Jelínek le salvan la temporada sus triples del ‘play-in’ en Esmirna y a Sakho no se le pueden pedir milagros. Klavzar y Andronikashvili, sin calificar. Giffey, un oasis de baloncesto de salón. Y Trice. Trice cogía el testigo de grandes bases en Murcia y ha aportado puntos y estadísticas, pero se ha especializado en producir cuando menos contaba y el equipo sufre cuando dirige en estático. Novedades a las que sumar un Davis desconocido y que ya está fuera después de 3,7 de valoración partido en su tercera temporada en el UCAM.

Obligando a la vieja guardia a dar un paso adelante, Radovic es el jugador más valorado y Bellas y Rojas han tenido que dar un paso adelante que, por rol, no les correspondía. Así, Sito se encuentra dependiendo de sus treintañeros en un equipo que, en el mes de enero, llegó a jugar diez partidos.

La Champions sienta bien

Taparse la cabeza o los pies, es a lo que parece estar forzado el UCAM, que, a diferencia de en la Liga Endesa con el ‘playoff’, sí parte en una posición ventajosa para los cuartos de final de la Champions League, competición que ha dado los momentos de mayor coraje esta temporada con esa eliminatoria de ‘play-in’ ante el ya íntimo Pinar Karsiyaka. Cumplida la mitad del ‘top 16’, el UCAM es segundo del grupo L (los dos primeros avanzan a las eliminatorias previas a la ‘Final Four’) tras caer en Tenerife, pero venciendo con solvencia al Bilbao (90-72) y el Darüssafaka (96-87).

Ahora, con una pausa de dos semanas entre la Copa del Rey y las siguientes ‘ventanas FIBA’, la plantilla disfruta de un merecido descanso. Los jugadores están teniendo que dar más de sí donde menos esperaba darlo y oportunidad de reinicio para los jugadores que tienen en su adaptación y rendimiento la llave para elevar el juego de un equipo que, si sigue sin dar con la tecla para ofrecer continuidad a su mejor baloncesto, llegará un momento en que se verá sin otra salida que elegir en cuál de sus dos competiciones poner toda la carne en el asador.

Enlace de origen : El UCAM Murcia, anclado en la irregularidad