La Comunidad lanza un plan de promoción para implantar las rutas aéreas con Madrid y Barcelona

El presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, anunció este martes la puesta en marcha de un plan de promoción turística específico para atraer a las compañías aéreas de cara a conectar el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia con Madrid y Barcelona. La revelación de este proyecto tuvo lugar durante su intervención en la apertura del foro de LA VERDAD ‘En futuro. Retos, tendencias y estrategia regional’ celebrado en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de Murcia con motivo de la celebración de los 120 años del periódico.

El Gobierno regional activará el próximo lunes la campaña de proyección nacional e internacional de la Región a través de la terminal de Corvera con el objetivo de situar a la Comunidad como «destino turístico preferente a través del aumento de los destinos aéreos». Y es que el turismo es «un sector clave en nuestro desarrollo y se consolidará a lo largo de todo el año con más vuelos». Por lo menos así lo detalló el jefe del Ejecutivo autonómico, siempre con el objetivo de «favorecer también la conectividad aérea con nuevos países europeos como Francia».

Testigos del anuncio fueron los dirigentes de las principales organizaciones empresariales de la Comunidad, entre los que estaban los presidentes de la patronal Croem, José María Albarracín, y de la Cámara de Comercio de Murcia, Miguel López Abad, quienes participaron en una de las mesas de análisis celebradas, y que incidieron en la urgente necesidad de potenciar todas las infraestructuras de transporte, entre ellas el desarrollo, precisamente, del aeropuerto. Sin olvidar sus exigencias en cuanto a la potenciación de los servicios directos del AVE y, sobre todo, las reivindicaciones con el Corredor Mediterráneo, sobre el que existe el temor de que deje a la Región sin la doble plataforma ferroviaria necesaria para que no se solape el transporte de mercancías y de pasajeros.

En relación al tren de alta velocidad, el propio López Miras insistió del mismo modo en la importancia de contar con «un servicio más directo, con más trenes y más frecuencias». Y es que lo que ha pasado con el AVE es «una tomadura de pelo», en palabras de Albarracín. Por su parte, el consejero de Presidencia, Turismo, Deportes y Portavocía, Marcos Ortuño, se refirió igualmente a la necesidad de mejorar los viajes, acortando los tiempos y llegando hasta la estación de Atocha. Asimismo, subrayó su papel para atraer turistas cuando conecte también a Cartagena y Lorca.

Para el máximo mandatario autonómico, es necesaria una Región de Murcia «mejor conectada», algo a lo que debe contribuir el «total desarrollo» del Corredor Mediterráneo y la puesta en marcha de la ZAL en Cartagena. Y es que las carencias y los retrasos en materia de infraestructuras han sido un hándicap para este territorio a lo largo de las décadas, tal como recordó también el decano del Colegio de Economistas de la Región, Ramón Madrid, que completó la terna de la mesa de debate. Eso sí, dejó claro los avances experimentados por la Comunidad en su desarrollo global desde mediados del siglo XX

López Miras no dejó pasar la oportunidad para denunciar «el escaso apoyo mostrado por el Gobierno central en otros asuntos que también preocupan a la Región, como el sistema de financiación autonómica actual, la partida de 54 millones de euros dirigidos inicialmente a la recuperación del Mar Menor y desviados posteriormente a Sevilla; o el recorte del trasvase Tajo-Segura sin ningún informe técnico que lo avale».

Para el jefe del Ejecutivo autonómico, estas cuestiones perjudican no sólo a «sectores esenciales para la Región de Murcia, como el agroalimentario o el transporte», sino que lo hacen al conjunto de España, convirtiéndose en la «principal amenaza a ese camino de libertad, moderación, estabilidad y crecimiento» que se está impulsando desde el Gobierno regional. Según López Miras, la Administración «debe ser una herramienta útil para la sociedad, no una permanente fuente de obstáculos desde la imposición ideológica y el control permanente de los recursos, como otros parecen pensar».