Planes militares, arsenales, captación de ‘antenas’; los secretos que el Pentágono nunca hubiera querido ver filtrados

Planes militares, arsenales, captación de ‘antenas’; los secretos que el Pentágono nunca hubiera querido ver filtrados

Los analistas estadounidenses encargados de investigar los documentos confidenciales sobre la guerra de Ucrania filtrados en las redes sociales han señalado este domingo a la cadena NBC su creencia de que los archivos son en su mayoría auténticod, aunque algunos habrían sido manipulados antes de su publicacion en canales como Twitter, Instagram y otros foros digitales. Esta sospecha alimenta la sopresa y la confusión en el Gobierno de Estados Unidos, que aún desconoce cómo decenas de informes clasificados –y aparentemente protegidos– han podido llegar y circular tan fácilmente en internet. El Departamento de Justicia ha iniciado una investigación en colaboración con el de Defensa y el FBI que podría derivar en condenas muy graves en caso de capturar a los autores de la revelación de secretos.

El escándalo de las filtraciones, que ‘The New York Times’ sacó a la luz este jueves pasado, se encuentra enuna zona gris. Todavía hay quienes piensan que se trata de una gran ‘fake news’ cocinada en Rusia o por piratas cibernéticos del este, aunque la hipótesis pierde fuerza a medida que avanzan las indagaciones en favor de una realidad mucho más inaudita. Varios funcionarios estadounidenses han asegurado a ‘The Washington Post’ este domingo que muchos de los dossieres son «coherentes» con los informes de la CIA World Intelligence Review, una revisión de Inteligencia internacional que la agencia estadounidense comparte con cargos de alto nivel en la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado.

Aparte de la Agencia de Seguridad Nacional, también se habrían revelado análisis del servicio secreto de Defensa y la Oficina Nacional de Reconocimiento, responsable de la red de satélites espía de EE UU. Situada en Virginia, se trata de la principal central tecnológica de Inteligencia del país y sus imágenes han colaborado activamente en el seguimiento de las tropas rusas en el Donbás. Fuentes militares han atribuido a esta oficina buena parte de los éxitos de Kiev al conseguir adelantarse a los movimientos de los invasores en el campo de batalla gracias a los ‘espías’ desde el espacio.


Un grupo de blindados rusos captados por satélite atraviesa una población bombardeada hacia Kiev


AP


La gravedad de los hechos es «muy elevada», ya que entre los dossieres figuran presuntamente análisis de las capacidades bélicas de Rusia y Ucrania, ‘radiografías’ de países aliados –lo que pondría de manifiesto que Washington también vigila a algunos de sus ‘amigos’–, además de otros análisis sobre China, Oriente Medio o Corea del Sur, e incluso una predicción de cómo el Mossad puede haber influido en las protestas contra el primer ministro Benyamin Netanyahu y su reforma judicial. Un extremo este último que ha desmentido tajantemente el propio Gobierno de Israel. Asimismo, podrían haber salido a la luz algunos de los métodos utilizados por la Inteligencia estadounidense para obtener información reservada, entre ellos, los medios para captar a personas clave en Rusia próximas al Kremlin.

Los investigadores tienen ante sí una ardua labor. De todo el material colgado en la red, y cuyas primeras publicaciones se remontarían a febrero o principios de marzo, el FBI y el Pntágono debe averiguar cúal es verídico y que informes son fruto de una manipulación. Algunos documentos examinados tienen una base real, pero posteriormente han sido alterados de manera previa a su difusión. Es el caso de un estudio sobre los estragos en el campo de batalla ucraniano, donde los soldados rusos fallecidos aparecen a la baja mientras los del bando kievita han sido sobredimensionados. Este dossier lleva a los expertos a sospechar de que Moscú o ‘hackers’ prorrusos se encuentran detrás de las filtraciones. Además de intentar dibujar una realidad alternativa a la invasión, su finalidad consistiría en sembar la discordia entre países aliados.

Al menos hay media docena de documentos fechados hace cinco semanas, según ‘The New York Times’, el periódico que descubrió el escándalo y el viernes obligó al Pentágono a reconocer la existencia de una posible filtración. Todo ellos son copias fotográficas de los originales y en algunos se observan que han sido plegadas. ‘The Washington Post’ ha rastreado otro medio centenar de documentos. Al parecer, contienen información altamente clasificada sobre tácticas militares en Ucrania y habrían sido redactados durante el invierno para la plana principal del Estado Mayor Conjunto presidido por el general Mark A. Milley.

La investigación abarca la cadena de cargos en posesión de este tipo de papeles reservados. Habrían sido distribuido entre miembros de la Administración y contratistas autorizados. Otros, en teoría, solo se guardan en un ordenador central de alta seguridad de Departamento de Defensa.

En una sala de juegos

Planes de entrenamiento de tropas ucranianas por parte de la OTAN y de Estados Unidos, cálculos de bajas en ambos bandos, fotografías sobre fechas de entrega de armamento occidental a Kiev, un estudio de situación sobre Bajmut, actas de debates internos de los aliados occidentales en torno a la guerra e incluso información sensible sobre China y Oriente Medio. Todo ello forma parte del material sorprendentemente filtrado, en una acción cuyas consecuencias aún se desconocen, pero que podrían influir en los planes más inmediatos de una contraofensiva de Ucrania en el Donbás. De hecho, se han desvelado qué unidades ucranianas participarían en un contragolpe, aunque el Gobierno de Zelenski ha desmentido su veracidad con un definitivo »es información ficticia».

Los expertos militares consideran que un riesgo colateral reside en que los países aliados limiten la posibilidad de compartir información sensible a partir de ahora. Al parecer, algunas copias incluyen datos reservados proporcionados por la inteligencia de otros gobiernos, como Canadá. También parece constar un análisis compartido sobre las presuntas intenciones de Corea del Norte de suministrar armamento a Rusia. Estas evaluaciones habrían permitido al presidente Joe Biden y su gabinete tomar ventaja en el escenario internacional, denunciar públicamente a posibles colaboradores de Rusia y desbaratar sus intenciones, incluso por delante de la OTAN.


Una imagen del edificio del Pentágono, que habría sido el custodio de los análisis militares


AFP


Es preciso remarcar que todo el asunto se encuentra ahora bajo el símbolo de la presunción, aunque el Departamento de Justicia de EE UU ha abierto una investigación, según confirmó el pasado viernes, para determinar la exactitud de los hechos. Solo veinticuatro horas despuésde que lo hiciera público ‘The New York Times’, la Administración admitió que investigaba una posible filtración. No se descarta que se trate de la «punta del iceberg» de una presunta operación de divulgación a mayor escala. O de una gigantesca campaña de manipulación internacional que mezcla realidad y mentira. Un alto funcionario norteamericano ha reconocido a ‘The New York Times’ que los papeles publicados son una «pesadilla» para el espionaje no solo de EE UU, sino también de Canadá, el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, ya que los cinco países comparten evaluaciones. La filtración podría comprometerles en su conjunto.

Los investigadores no han determinado aún la fecha en que comenzaron a colgarse las copias, pero los indicios sitúan el origen entre el 28 de febrero y el 2 de marzo. Aparecieron en una plataforma de juegos y fueron publicadas por un usuario anónimo. Uno de ellos es un dossier ‘ultrasecreto’ fechado el uno de marzo y otro es un calendario de entrenamiento militar para los primeros cuatro meses de este año de soldados ucranianos con fuerzas de la OTAN. Sin embargo, pasaron desapercibidos hasta que hace unos días, ya en abril, alguien subió un mapa confidencial de Bajmut en un foro extremista y, más tarde, otras diapositivas en Telegram y Twitter, según la CNN.

«Como muchas eran imágenes de documentos, parece que fue una filtración deliberada realizada por alguien que deseaba dañar los esfuerzos de Ucrania, Estados Unidos y la OTAN», ha explicado a ‘The New York Times’ Mick Mulroy, ex alto funcionario del Pentágono. Wahington ha acelerado las pesquisas en busca del autor o los autores de la filtración. Existe el temor de que los archivos expuestos sean solo una parte y que haya nuevas revelaciones en los próximos días. Al parecer, los más recientes contienen material de análisis sobre el terrorismo internacional, China, Oriente Medio o la región Indo-Pacífica, donde Estados Unidos ha incidido en los últimos meses tras la firma del pacto AUKUS con el Reino Unido y Australia.

Guerra de Ucrania

Rusia atraviesa serias dificultades para avanzar en Ucrania, lo que los analistas atribuyen desde hace meses a la contribución de Estados Unidos en materia de Inteligencia. Los papeles avalan este secreto a voces. La agencia de espionaje americana habría conseguido captar ‘antenas’ en el Ejército ruso, facilitando que el Pentágono advierta a Kiev de supuestos planes de ataque e incluso de las fuerzas con que cuenta el Kremlin en diferentes puntos del frente.

Una página publicada en las redes sociales recoge por ejemplo la planificación de Rusia para destruir veinticuatro puentes e instalaciones energéticas ucranianas. Otra desvela las campañas de la Inteligencia rusa para extender su propaganda en los países africanos, los mismos que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visitó recientemente para contrarrestar estos mensajes y prometer inversiones millonarias en sus territorios.


La artillería ucraniana, al igual que la rusa, ha sufrido un fuerte desgaste después de más de un año de combates


Reuters


De acuerdo con estas revelaciones, tanto el ejército ruso como el ucraniano sufren un tremendo desgaste después de más de trece meses de guerra. Rusia apura sus recursos, pero también las tropas de Ucrania atraviesan una situación de gran fragilidad, a tenor de evaluaciones que examinan sus avances y retrocesos, el ritmo de disparos de munición o los obuses que aún guardan en la reserva. Kiev dependería por completo del armamento occidental, según unos análisis que demostrarían que EE UU también vigila a su ‘amigo’ en guerra.

El Gobierno de Zelenski ha montado en cólera ante estas revelaciones, que según medios cercanos servirían para proporcionar datos a Moscú de las debilidades y fortalezas ucranianas. Ministros y mandos militares se han apresurado a negar la veracidad de estos informes, que atribuye a una gran campaña de desinformación rusa.

Espionaje

¿Hasta qué punto las filtraciones desestabilizarán las agencias de información internacionales? Es la pregunta que se hace la Inteligencia occidental, ya que, supuestamente, algunos resúmenes revelarían qué satelites utiliza EE UU para controlar al Ejército ruso e incluso dónde la CIA ha captado agentes entre el personal cercano a diferentes líderes mundiales, según ‘The Washington Post’.

También se habría filtrado una escucha a un grupo de mercenarios del Grupo Wagner negociando en secreto con «contactos turcos» el pasado mes de febrero para comprar armas a un país aliado de la OTAN. Los paramilitares rusos habrían incluso entrado en territorio de la Alianza sin ser detectados. Ankara ha negado relación alguna con este asunto. ‘The New York Times’ añade que la compañía de Yevgueni Prigozhin se habría volcado además en sus actividades en África y estarían expandiéndose por Haití tras ofrecer a sus autoridades ayuda para combatir a las pandillas.

Corea del Sur

Corea del Sur ha anunciado este domingo su intención de pedir explicaciones a Wshington sobre uno de los documentos revelados en línea, donde supuestamente quedaría demostrado que el Ejecutivo de Seúl habría sido espiado. El informe aludiría a una negociación celebrada a finales del año pasado entre los dos países para el suministro de 100.000 rondas de proyectiles de artillería coreanos a EE UU con el fin de que el Departamento de Defensa pudiera reponer sus almacenes tras los envíos masivos de obuses a Ucrania.

El espionaje americano habría elaborado entonces un análisis en el que destacaba la «preocupación» del Gobierno de Seúl –en concreto, del asesor de Seguridad Nacional Kim Sung-han y el secretario de Exteriores, Yi Mun-hui– porque el arsenal comprometido acabara en manos del Ejército de Kiev.

Estados Unidos y la OTAN, aparte del propio Gobierno ucraniano, buscan desde hace meses convertir a Corea del Sur en un aliado para abastecer de armas a la exrepública soviética invadida. Su ejército es el sexto más poderoso del mundo, cuenta con 965.000 soldados en activo y cuatro millones en la reserva y dispone de un arsenal altamente sofisticado. Sin embargo, Seúl ha rechazado hasta ahora este extremo y limita su apoyo a Kiev al envío de ayuda humanitaria.


Miles de persons tomaron Tel Aviv el 8 de abril en una nueva manifestación contra la reforma judicial de Netanyahu


Reuters


Mossad

El Servicio de Inteligencia de Israel, el Mossad, ha desmentido el documento clasificado del Departamento de Defensa de EEUU que le señala como responsable de alentar las protestas contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su polémica reforma judicial. El informe asegura que el Mossad ha alentado a sus trabajadores a participar en estas marchas «siempre y cuando no se identificaran como integrantes de la organización».

«Esta publicación que aparece en los medios americanos», ha respondido este domingo la oficina del primer ministro israelí «es completamente falsa y absurda. El Mossad y sus funcionarios en ejercicio no se ocupan en absoluto del tema de las protestas y se han mantenido fieles al valor de la estatalidad que ha guiado al Mossad desde su creación», concluye el comunicado.

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