El joven de 25 años con varias órdenes de búsqueda que lideraba una banda en el Mar Menor: «Esta noche vamos a cogerlo todo»

Los ‘pinchazos’ telefónicos, las grabaciones de las cámaras de seguridad, las localizaciones GPS de sus móviles y los seguimientos, entre otras pesquisas, acabaron destapando al prolífico grupo, que presuntamente estaba liderado por un joven marroquí, Oussama D., que con solo 25 años ya acumula un listado de detenciones y órdenes de búsqueda y captura capaz de quitar el aliento.

‘Pinchazos’ y seguimientos

«Esta noche vamos a cogerlo todo». Son las 21.49 horas del pasado jueves 16 de febrero. Mohamed N., uno de los supuestos integrantes de la banda, ultima los detalles de un nuevo golpe con un hombre desconocido –alias ‘Huesitos’–. «Esta noche va a haber reventones», recalca uno de ellos. «Vamos a quitar los aparatos del aire de arriba del médico». Este es un retazo de una de las conversaciones captadas por los investigadores de la Policía Judicial, volcadas en sus diligencias y que dan cuenta de las tropelías que la banda planeaba prácticamente un día sí y otro también.

Los ‘pinchazos’ captaron también las órdenes con las que el presunto cabecilla, Oussama D., organizaba a su banda. En uno de esos diálogos en árabe, explican los investigadores, el joven cuenta con uno de sus secuaces para perpetrar el robo de un Volkswagen Touareg «a un hombre mayor con bigote». En otra de esas conversaciones el supuesto líder pide a su hermano Mohamed, presuntamente implicado también en la trama, que busque en internet información sobre los desfiles de Carnaval que se celebraban en esas fechas en Cartagena, San Javier, San Pedro… porque tiene intención de cometer nuevos golpes con miembros de la organización.

Pocos días después, la Guardia Civil capta otra charla telefónica en la que algunos de los sospechosos analizan diferentes enclaves de la costa en base a su vigilancia policial con unos objetivos que no parecen demasiado limpios. «Torre de la Horadada está hecha una mierda, mucho control y mucho guardia. Torrevieja mucho control y mucha policía», remarca Mohamed D., otro de los sospechosos. «Esos sitios no valen».

Vínculo con ‘los encapuchados’

Antes de llegar a colocarse al frente de esta violenta banda, Oussama ya se había curtido en estas lides. La primera detención que arroja su lista de antecedentes se remonta al verano de 2016 cuando acababa de alcanzar la mayoría de edad, según se plasma en las diligencias. Ya en aquel momento se le buscaba por una veintena de asaltos, atracos y por conducir sin tener carné y sus ‘méritos’ fueron aumentando en los años siguientes cuando siguió sumando arrestos por golpes en casas y comercios de la Región y de la vecina provincia de Alicante.

A este joven, que se encuentra en situación irregular en el país, le constaban además varias órdenes de búsqueda y captura y averiguación de paradero dictadas por juzgados de San Javier, Cartagena, Orihuela y Alicante.

En esta nueva aventura Oussama se rodeó, además, de varios delincuentes comunes, algunos de los cuales ya formaron parte de la conocida como ‘banda de los encapuchados’. Desmantelada en la primavera de 2016, esta organización atemorizó durante meses a los vecinos del Campo de Cartagena con una oleada imponente de asaltos y su final, gracias a la ‘Operación Estibador’ fue ampliamente aplaudido. La Fiscalía llegó a solicitar una condena global de hasta 432 años de cárcel para todos sus miembros, pero un acuerdo judicial allanó su camino hacia la libertad y algunos de ellos ya habían retomado la libertad.

En los meses que esta banda estuvo activa tocó todos los palos. La Benemérita les imputa una treintena de asaltos a estancos, salones de apuestas, confiterías, restaurantes, farmacias centros cívicos y viviendas principalmente de la zona del Mar Menor. Las diligencias de la Guardia Civil recogen como algunos de los sospechosos diseñaron estos golpes mientras se alojaban en el hotel Senator de Los Alcázares, que cuenta con piscina y ‘spa’.

Algunos de estos asaltos fueron además especialmente violentos, como el que perpetraron, horas antes del desmantelamiento del grupo, en el salón de juegos Marinocio de San Javier, donde se hicieron con más de 52.000 euros. Los asaltantes cercaron de madrugada a unos trabajadores que abandonaban las instalaciones al grito de «al suelo que os pegamos un tiro, hijos de puta». Segundos después, uno de ellos recibió un golpe en la cabeza con la culata de una pistola. «Vi cómo mi compañero estaba sangrando por la cabeza y ellos seguían golpeándole estando en el suelo y semiinconsciente», explica el testigo en su declaración.

El Instituto Armado también relaciona a la banda con un robo en una vivienda de San Javier el pasado febrero. Su propietaria, de 67 años, se encontraba limpiando cuando se dio cuenta de que había una luz encendida en el pasillo y el dormitorio principal. Al acercarse, según relató a los agentes, se tropezó con un chico alto y delgado que no dudó en agarrarla de la cara y tirar fuertemente de dos cordones de oro que llevaba al cuello hasta arrancárselos. Tras salir corriendo y saltar el muro de la casa, se esfumó. La lista de posibles asaltos relacionados con este grupo sigue abierta y, advierte la Guardia Civil, podría llegar a los 80.