El cierre de las barracas pone fin a unas Fiestas de Primavera de Murcia «con más gente de fuera que nunca»

Los transeúntes que pululaban por la zona le daban la razón al desvelar sus lugares de procedencia. «Nuestra hija estudia aquí, en la Universidad de Murcia, Educación Primaria y hemos decidió traerla para la vuelta de las clases y ya, de paso, conocer las fiestas», explicaba María José, de Jaén, acompañada de su familia y a la espera de encontrar un hueco en un ventorrillo para comer. «Estamos sorprendidos de la cantidad de gente que había este sábado en la calle, ¡y el taxista nos dijo anoche que el martes había incluso más!», comentaba su marido Matías con un agradable desconcierto. «Lo del Entierro de la Sardina es como un carnaval mezclado con una Cabalgata de Reyes, hasta ahora no habíamos visto nada igual», confesaba.

A unos metros, y con un aroma a michirones con el que uno podría ya alimentarse, hacían cola para conseguir mesa en la barraca de la Peña El Salero Cristina y Lorenzo. «Yo soy de Águilas, pero ella es de Granada y vivimos en la ciudad de la Alhambra», exponía Lorenzo, reconociendo que no es la primera vez que se acerca hasta Murcia en la Semana de Primavera. «Antes de la pandemia vinimos dos veces y, con todo más calmado después del coronavirus, hemos decidido pasarnos otra vez», incidía Cristina, que no había podido degustar hasta el mediodía de este domingo, casi ‘in extremis’ la comida más tradicional de la huerta». «Este fin de semana estaba todo a tope», remarcaba.

También, en la misma línea, lo ratificaba Francisco Cantabella, presidente de la Peña Los Güertanos, que ha contado con un ventorrillo durante todas las fiestas justo a la entrada del jardín del Malecón. «La cosa empezó dubitativa el primer fin de semana, pero a partir del Bando de la Huerta hemos estado llenos y con colas de más de una hora para coger mesa», comentaba Cantabella, que también ha percibido ese incremento de visitantes procedentes de otras comunidades autónomas.«Hemos visto mucho andaluz, de provincias como Málaga y Córdoba; también alicantinos, pero a estos últimos estamos más acostumbrados a recibirlos», subrayaba, comentando que, «a todos ellos siempre se les trata con el máximo cariño, porque somos acogedores y porque queremos que vuelvan». De hecho reconoce que «muchas veces nos toca guiarlos por la carta para orientarlos sobre qué comer, en función del gusto de cada uno».

No tiene Cantabella, sin embargo claro si este incremento de afluencia en la clientela se va a traducir en mayores beneficios para la peñas, que hay que recordar que financian sus actividades de todo el año, en un 90%, gracias a lo que ganan durante estos duros días de trabajo sin remuneración personal. «Ahora tenemos que hacer números, ya que los márgenes han sido escasos, porque no hemos subido los precios de la carta en la misma medida que el alza de inflación que hemos soportado nosotros para comprar la materia prima», exponía el presidente Hernández, de manera que «una mayor facturación no tiene por qué traducirse en más ingresos».

Un regalo de los colectivos

«Hay que recordar siempre que las Fiestas de Primavera –sin olvidarnos de la Semana Santa– es una propuesta que organizamos y ofrecemos a la ciudadanía los colectivos con un gran esfuerzo durante todo el año», añadía Hernández, poniendo el valor todo el trabajo realizado y del cual se beneficia toda la economía de la ciudad, «con hoteles y restaurantes llenos». De hecho, Hernández destacaba que «la afluencia de gente, a prácticamente todos los actos organizados, ha sido un disparate». La sensación es que, enterrado el miedo a la pandemia, que todavía flotaba a comienzos de 2022 y que cambió muchos hábitos cotidianos que se daban hasta entonces por sentados, se ha rescatado una cierta filosofía del ‘Carpe Diem’.

Con una clientela que buscaba este domingo un hueco en las barracas hasta el último momento, ponía el broche a las fiestas la actuación de la Peña Huertana El Celemín bajo la portada del antiguo Huerto de las Bombas. En ese mismo lugar, destacaba el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, que el espectacular tiempo del que se ha disfrutado durante toda la semana ha ayudado «al éxito de unas fiestas, con nuestra idiosincrasia y que cada vez atraen a más visitantes». Hasta 1,2 millones de personas congregó en la ciudad el Entierro de la Sardina», aseveró. La primavera murciana se expande.