Los restos de Primo de Rivera serán exhumados este lunes del Valle de Cuelgamuros

Según informó RTVE, los trabajos para la exhumación comenzarán a las 5.30 horas de la madrugada. Los operaciones deberán primero retirar la lápida, tras los que se comprobará el estado del féretro y de la osamenta del fundador Falange. De momento, no se han dado detalles sobre el traslado al cementerio madrileño de San Isidro, el lugar escogido por los descendientes de José Antonio Primo de Rivera para su nueva inhumación.

El fundador de Falange fue fusilado en 1936 en Alicante tras ser condenado a muerte por un tribunal republicano apenas iniciada la Guerra Civil. Tras la victoria del bando nacional, Francisco Franco ordenó su exhumación primero en 1939 con destino a un cementerio de la localidad madrileña de El Escorial y luego, de nuevo, su traslado al Valle de los Caídos en 1959, tras culminarse la construcción de la basílica gracias a las condenas de trabajo que recayeron sobre miles de presos republicanos. El mismo dictador fue enterrado al otro lado del altar de la basílica en 1975. Franco fue sepultado frente a Primo de Rivera, pese a que ni uno ni otro mostraron sintonía alguna en vida.

Junto a ellos, fueron primero exhumadas de fosas comunes y después enterradas en el mausoleo franquista más de 33.000 víctimas de la Guerra Civil, miles de ellas del bando republicano sin el consentimiento de sus familiares. Esta es la asignatura pendiente que le queda al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos en su propósito de rediseñar el antiguo Valle de los Caídos, ahora bautizado como Cuelgamuros.

Ley de Memoria Democrática

Precisamente este lunes se cumplen 120 años del nacimiento del líder falangista, el 24 de abril de 1903, cuyos restos mortales son exhumados en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, que entró en vigor el pasado octubre, y tras un acuerdo con sus familiares. «Es un paso más en la resignificación del Valle», afirmó la semana pasada el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que también señaló que no estaría presente durante el proceso de exhumación, ya que la familia ha pedido que el traslado se desarrolle en la más estricta intimidad.

Primo de Rivera es trasladado después de que su familia se adelantase a la aprobación de la Ley de Memoria y solicitase su salida, antes de que el Valle de Cuelgamuros se convirtiese en cementerio civil. Según indicaba la petición de los familiares, dejó escrito en su testamento que quería ser enterrado conforme al rito de la religión católica «en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz». Para evitar concentraciones falangistas, el recinto permanecerá cerrado al público, aunque los partidarios de Primo de Rivera, que califican el traslado de «profanación», tienen previsto concentrarse en el cementerio de San Isidro.

Franco y Queipo de Llano

La tumba de Primo de Rivera se encuentra al lado opuesto del altar en el que se encontraba la del dictador Francisco Franco, que también fue trasladado por decisión del Gobierno de Pedro Sánchez en octubre de 2019. Sus restos fueron reubicados en el cementerio de Mingorrubio.

Franco no fue el primero en ser exhumado. Los restos del general Gonzalo Queipo de Llano fueron retirados el pasado noviembre del lugar preferente cuya tumba ocupaba en la sevillana basílica de la Macarena. El artículo 38.3 Ley de Memoria Democrática estipula que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realización de actos públicos de exaltación, enaltecimiento o conmemoración de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra o la Dictadura».

Queipo de Llano impulsó la construcción de este templo católico. También fue autor de una brutal represión que se cobró más de 12.000 vidas en la provincia de Sevilla y cerca de otras 50.000 en Andalucía. Dejó para la posteridad discursos radiofónicos en los que arengaba a los soldados a violar a las mujeres republicanas para demostrarles lo que era «un hombre de verdad». Esta exhumación fue inmediata nada más publicarse en el BOE la nueva norma de 2022, que reforzó la ya aprobada en 2007 bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ya anticipó que al día siguiente de la publicación en el BOE de esta reforma se acometería el proceso de exhumación de las figuras franquistas sepultadas en lugares públicos.