La Audiencia Provincial vuelve a juzgar al exjuez Fernando Ferrín Calamita, aunque lo hace ante una silla vacía. El exmagistrado, inhabilitado en 2009 por obstruir la adopción de la hija biológica de una mujer homosexual por su compañera, se convirtió este jueves en el gran ausente en su propio juicio.
Como ya había anunciado en un escrito, Ferrín Calamita optó por no presentarse a la vista en la que afronta un año y medio de cárcel por un presunto delito de odio. El exjuez vuelve a vérselas con la justicia a raíz de una carta publicada en junio de 2020 en su muro de Facebook en la que aseguraba que esas mujeres, las mismas que en su día se vieron perjudicadas por su resolución injusta, se habían acabado separando y habían dejado a su hija común en una situación de desamparo. Una acusación falsa de la que el exjuez se acabaría retractando públicamente casi un año después.
Las que sí acudieron a la cita con el tribunal fueron las dos madres que explicaron que la misiva del exjuez generó «una oleada de odio» en redes en la que recibieron insultos, humillaciones e, incluso, amenazas de agresiones físicas. «Vivimos un miedo y una impotencia tremendos», recalcó una de las madres. «Estábamos muy preocupadas por nuestros hijos. Todo el que sea padre lo puede entender».
El exjuez, que pidió disculpas públicas en 2021 por esta carta, estuvo representado en la vista por su letrado defensor, Pedro López Graña, que atribuyó la misiva a un «error» del acusado. «No podemos equiparar una torpeza con un delito de odio», recalcó. El abogado insistió, además, en que enjuiciando estas declaraciones de Calamita «estamos poniendo trabas a la libertad de expresión».
La fiscal, por su parte, hizo hincapié en que las dos mujeres «se vieron sometidas a una humillación pública, escarnio, descrédito» y fueron «cuestionadas en su condición como personas y como madres por su orientación sexual». Subrayó que el exmagistrado, con esta carta, no trató en ningún momento de ayudar a la hija de las denunciantes -como aseguraba-, si no que su intención era crear «una opinión de descrédito» hacia las mujeres. «Conoce muy bien los límites, ha pagado las consecuencias de sus transgresiones y su actuación no es inocente», recalcó.
El Ministerio Público reclama, además de la pena de prisión, que se le impongan al exjuez seis años de inhabilitación para profesión u oficio educativo, deportivo o de tiempo libre. Reclama además que indemnice a cada una de las afectadas en 3.000 euros.
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Enlace de origen : Las madres lesbianas que presuntamente humilló el exjuez Calamita: «Vivimos un miedo y una impotencia tremenda»
